La chica del verano

Opinión:

Con esta tercera entrega, "La chica del verano", llegamos al cierre de la trilogía Verano, protagonizado por un personaje anónimo como ella ha querido mantenerse hasta el momento, la Vecina Rubia, a quien conocimos en el primer volumen como una adolescente rubia muy especial de dieciséis años, y se ha convertido en una mujer madura, con sus inseguridades también y, a pesar del final de la saga, nos acompañará para siempre a través de las redes sociales.

Al igual que las anteriores, esta última historia de historias, pues es un compendio de diferentes tramas unidas todas ellas por hilos que salen y llegan a nuestra "rubia", comienza transcurriendo en verano, en este caso, en el escenario de las islas griegas, y con las 4 amigas ya de sobra conocidas por los lectores, Sara, Laux, Lucía y la rubia, en un viaje de placer tras un año complicado, cada una de ellas por lo suyo tal y como asistíamos en la trama de la novela anterior; siempre juntas, celebrando la vida y volviendo a sonreír. Pero tras el viaje, llega la nueva normalidad a la que tendrán que enfrentarse, y no todo serán buenos momentos porque la vida es así. 

Nos encontramos con nuevas tramas y una de ellas cobrará especial protagonismo en esta última entrega: la de La Vecina Rubia, que despega con cada vez más éxito en Instagram y llevará a la protagonista a un mar de dudas y estar en constante contradicción por no querer abandonar la oportunidad que le está dando las redes sociales, algo que llegó para quedarse, pero con la humildad de alguien que está empezando; y querer mantener su anonimato para seguir siendo libre, sin llamar la atención. No todo el mundo sirve para ir con un perfil alto en la vida. Sin embargo, no se tratará de ir de incógnito solo en las redes, sino también con los suyos y el vértigo y la ansiedad que la supone el estar ocultando información a los que eran su familia. Cosas que debería compartir con quienes quiere, pero no lo hace; mentiras que se irán interponiendo entre su conciencia y su día a día, y que le será difícil sostener en el tiempo sin que se le escapen de las manos hasta que arrastre consigo a alguien y le haga cómplice de su mentira porque no podrá soportarlo sola. Se empieza por una cosa y luego por otra, y se sigue así sin saber el alcance que una mentira puede tener hasta que estalla. 

Junto a esta gran trama protagonista, está la de la historia personal de la divertida Laux contada en primera persona y profundizando como hasta entonces no se nos había presentado; y con algo de menor protagonismo las historias de Lucía y Sara. Con todas ellas asistiremos a su evolución personal, quienes ya han dejado de ser tan jóvenes y tendrán nuevos objetivos vitales, y decisiones importantes a tomar que podrían cambiar sus vidas y la de quienes les rodean, pues en ocasiones ya no estarán solas y podrían tener que dejar a personas atrás, o de lo contrario, traicionarse a ellas mismas a pesar del peaje emocional a pagar. Puede que sean decisiones que a priori parece que son las mejores, pero solo el tiempo se encargará de decirlo. 

Seremos testigos de sus cambios, sus altibajos, sus éxitos y sus fracasos, pues, al fin y al cabo "la vida se complica cuando creces". Veremos los giros que da la vida a cada una de ellas, cómo los afrontarán y cómo los aceptarán para seguir caminando. Cómo pondrán fin a algunas historias y empezarán otras nuevas; los nervios, el miedo, la incertidumbre de los nuevos comienzos; sus duelos personales; los fantasmas que las atormentan; los vacíos emocionales que tendrán que aprender a llenar; sentimientos de culpa por no haber estado donde creemos que debemos estar; responsabilidades asumidas con la finalidad de encontrar una explicación a lo que ocurre, cuando la culpable es, simplemente, la vida. Las relaciones familiares a veces enquistadas y tan difíciles de llevar; esa mochila a cargar en la espalda que se va llenando de decepción y de rencor que acaban por lastrarnos hasta que aprendemos a perdonar a los demás y a nosotros mismos. 

La madurez, la autoexigencia, la maternidad, el amor, las rupturas sentimentales, las relaciones familiares, la mentira, la pérdida y el duelo por los seres queridos, el trabajo, el paso del tiempo, la búsqueda de la felicidad, el destino y, sobre todo, la lealtad y la amistad, serán los temas principales de "La chica del verano" y sus tres inseparables amigas junto con personajes que venimos conociendo de los títulos anteriores: Javi, su amigo Iván, el vecino Pol, Nacho, o la yaya Catalina. Cada uno con su vida y sus historias, pero por encima de todo, su amistad, porque la amistad no es otra cosa que "ayudarse a llevar el peso de nuestras mochilas". 

Un relato lleno de reflexiones que son ya populares en la cuenta de Instagram de La Vecina Rubia, y no son otra cosa que afirmaciones universales solo que a veces se nos olvidan: "Las cosas más bonitas de la vida son gratis"; "La vida es una montaña rusa de cambios emocionales para los que hay que estar preparados y, sobre todo, para reconocerlos"; "Las alegrías compartidas se multiplican"; "No hay que romperse para arreglar a los demás"; "La vida real no es como la vemos en las comedias románticas, aunque nos empeñemos en que se parecen"; "A veces todo parece confabularse para que no haya ni un solo detalle positivo al que agarrarse"; "Las experiencias malas se quedan en la memoria para siempre con la idea de recordarnos el resto de los buenos momentos"; "La vida no es complicada, lo complicado es vivirla"; "La vida está diseñada para avanzar siempre"; "Los finales felices son solo para los valientes, para los que luchan por salir adelante".

En esta saga te reconocerás tú, reconocerás a tu amiga, a tu compañera de trabajo, a tu hermana. Es imposible no reconocerse en algunos de los personajes que la componen. Esta historia podría ser la de cualquiera de nosotras, porque, como "la rubia" dice: "Todas somos la Vecina Rubia". 

Belén Flores