La Biblia contada para escépticos

Opinión:

Si hay alguien que sea capaz de escribir un libro de historia que se lea como una novela ese es Eslava Galán. Me encantan sus historias contadas para escépticos, así que no podía dejar de leer esta "La Biblia contada para escépticos".

Aunque la Biblia es uno de esos libros que suele estar en todos los hogares, es también uno de los grandes desconocidos en España, pues como bien explica el propio autor, la Iglesia Católica, tradicionalmente, no ha sido muy partidaria de las lecturas e interpretaciones personales de la palabra de Dios, aconsejando que fueran los sacerdotes quienes la explicaran a los fieles para evitar así interpretaciones desviadas o heréticas, a diferencia de los países protestantes en los que siempre se ha fomentado su lectura individual y familiar, de manera que hay mucha gente que se sabe de memoria pasajes enteros.

Eslava Galán se detiene en el estudio del Antiguo Testamento desde una perspectiva de la crítica histórica, es decir, confrontando textos y arqueología, buscando lo que puede haber de cierto en las historias contenidas en la Biblia. Así estudiará partiendo de la figura de Yahvé, el periplo del pueblo de Israel en busca de la tierra prometida, a los reyes judíos desde Saúl, el primero de ellos; la historia de Salomón, de La Torre de Babel o de Sodoma y Gomorra; la escalera de Jacob o la creación de Adán, deteniéndose en las figuras de los profetas. (La tradición bíblica señala cuatro profetas mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; y doce menores: Oseas, Joel, Amos, Abdías, Jonás, Mika, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías).

Como es habitual en todas las publicaciones del autor se trata de una obra profundamente documentada, con abundante bibliografía y con unos estupendos pies de página, que son tan interesantes o más que lo que nos cuenta en la propia página principal. Todo ello contado con el sentido del humor que le caracteriza, muy irreverente en este tema particularmente delicado como la religión, aunque a mí, como creyente, he de decir que no me ha resultado ofensivo en ningún momento, más bien divertido y como siempre muy, muy interesante.

Celsa