Julia Domna

Opinión:

Esta biografía da buena cuenta de uno de los personajes más fascinantes de la antigua Roma. Una mujer muy culta, inteligente, poderosa, carismática, habilidosa en los complejos y sangrientos vericuetos del imperio. Esposa y madre de emperadores, una referencia política e institucional de primer orden del mayor poder sobre la Tierra en su época.

A pesar de sus orígenes sirios, esta extraordinaria mujer supo superar las enormes dificultades y limitaciones que sufrían las mujeres de la época, sorteando el papel secundario que habitualmente se les asignaba, consiguiendo la admiración y respeto de todas las élites del imperio.

Una vida manejada con enorme inteligencia y habilidad, a pesar de los colosales condicionamientos de la pertenencia a una familia noble en la periferia del imperio, seguidores de una religión que no facilitaba su aceptación en la lógica del poder imperial, de su matrimonio concertado con un brillante militar mucho mayor que ella, de su familia zarandeada por la tragedia, por una dignidad puesta a prueba una y otra vez por las intrigas y conspiraciones tan peligrosas como frecuentes que dominaban la vida romana.

Ghedini roza una y otra vez la tentación de la narración sobre el ensayo, lógicamente fascinada por un personaje tan seductor como singular, absolutamente único, tan famoso en la época que hace difícil penetrar en lo sentimientos y emociones de una mujer activa, comprometida, pública, observada, en el centro absoluto del poder.

Una vida de honor y prestigio, sólo ensombrecida por la trágica aceptación de las leyes del poder, manchada con la sangre de su hijo en un crimen perpetrado por su otro hijo, en un arrebato impulsado por una sed ciega de poder.

Si hubiera que aplicar una sola palabra para definir a esta extraordinaria mujer sería la de dignidad, porque supo mantenerla en medio de un poder violento, ilimitado, de complejos equilibrios, especialmente destacable y meritoria por el hecho de ser mujer en un mundo de hombres. Superando enormes dificultades, luchando mientras aprendía en ámbitos y ambientes desconocidos para una joven entregada al estudio dentro las murallas de la protección familiar en la remota Siria.

Maniobrando a la vez que se ganaba el respeto colectivo, la admiración de las élites y del pueblo. Como la cara oculta del imperio, esta biografía nos ofrece la sombra del poder del formidable imperio romano, esa que se sitúa aparentemente un paso detrás, pero que sin embargo juega un papel clave en su devenir histórico.

Ghedini nos revela la historia de Julia Domna, esa mujer fabulosa a la que rinde justa admiración. Un libro absolutamente clave para entender los entresijos del imperio y de su colosal poder, de su complejidad cultural y religiosa, su diversidad territorial y su enorme extensión, donde las armas convivían con las letras y los cultos, con las instituciones y las leyes, con los códigos sociales y las costumbres, con la sangre y la guerra, con la intriga y la fugacidad del poder, entre los que destaca esta increíble mujer, cuya historia merecía ser reivindicada y mostrada a la luz del conocimiento general.

Una obra que se lee con tanta pasión como demuestra esta historiadora por su personaje, porque es tan formidable su biografía como la gran capacidad descriptiva y analítica de Ghedini para descubrirnos esa mujer tan extraordinaria.

Jorge Riet