Juana I, la reina cuerda

Opinión:

La tesis de este ensayo sobre Juana I es que en realidad nunca estuvo loca y que, primero su marido y su padre en un intento por hacerse con el control de la herencia de la reina Isabel, luego su propio hijo, fomentaron ese bulo para que el poder que había heredado fuera solo nominal.

El libro reinterpreta todo lo que se sabe de Juana desde una óptica psicológica moderna y nos hace ver con otros ojos esos supuestos ataques de locura en los que se negaba a comer, hablar o asearse (la única forma que veía de protestar por el injusto trato que estaba recibiendo), o su paranoia respecto al cadáver de su marido (que realmente corría el riesgo de ser robado para que lo transportaran a su país de origen) o a su propia persona (otra cosa que no resulta nada de extrañar dada la situación de abandono y maltrato que sufrió).

Lo cierto es que, en un país en el que tuvimos un rey que se creía una rana a veces y atacaba a la gente de su alrededor cuando le daba un ataque, y en un contexto donde ha habido muchos reyes locos, que se encerrara a la reina, una mujer indefensa, durante casi cincuenta años en un lugar remoto que era poco más que una cárcel, resulta cuanto menos sospechoso. Sobre todo si tenemos en cuenta todo lo que tenían que ganar los varones interesados quitándola de en medio. Y que su hija, enteramente criada por ella, resultara una persona tan equilibrada y querida solo contribuye a reforzar esa hipótesis.

Al final, el retrato psicobiográfico que tenemos es el de una mujer maltratada física y psicológicamente, que tuvo que soportar grandes presiones, lo que pudo llevarla a sufrir cuadros de depresión que no la habrían incapacitado para el mandato. Y, por encima de todo, encontramos a una mujer que tuvo ideas propias (especialmente en religión, lo que suponía otro problema para los patriarcas) y que, en esa época y circunstancias, eso le pasó factura, como a tantas otras mujeres en la historia.

El libro se completa con mucha información sobre la gente que rodeó a Juana y, quizás demasiado, sobre gente que tenía una relación remota con ella, su familia no tan cercana o incluso con la que se podrían ver paralelismos (sobre todo mujeres). Además, se recorre la evolución de la leyenda de Juana la Loca en el mundo del arte y todas las fuentes desde las que puede rastreársela.

En definitiva, un libro muy completo sobre un personaje histórico muy maltratado tanto en su momento como en la memoria colectiva, y que pretende hacer que la veamos con otros ojos.

Déborah F. Muñoz