Juana de Arco

Opinión:

La historia de "Juana de Arco" suena de lo más rocambolesca, y cualquiera podría pensar que se trata de una leyenda exagerada de no ser porque, gracias al riguroso proceso inquisitorial y el posterior juicio de anulación, su vida está muy bien documentada no solo por crónicas, poemas y cartas de la época, sino por las actas de los juicios, repletas de declaraciones de la propia Juana y de gente que la conoció. La autora se ha podido basar así en muchas fuentes primarias además de otras secundarias para redactar el texto.

Eso no quiere decir que podamos saber realmente qué ocurrió al detalle, porque algunos de esos relatos, incluso los de la misma persona, son contradictorios entre sí. Además, el primer juicio tenía un claro sesgo para declararla culpable, mientras que en el segundo el sesgo era el contrario. Pero desde luego ella existió, hizo cosas asombrosas y fue una pieza clave en esa guerra.

Helen Castor opta, en este libro, por centrarse en la guerra más que en Juana, lo que me parece todo un acierto. Solo sabiendo el contexto exacto de esa contienda, qué la había generado y qué facciones se formaron, así como pinceladas del carácter de los personajes clave, podemos entender no solo qué significó para el bando armagnac la llegada de Juana y sus victorias, sino también por qué, llegados a un punto, se la dejó un poco de lado a pesar de que no había cumplido del todo con el mandato divino. Conocemos, pues, a Juana solo desde el momento en que se presenta en la corte hablando de sus visiones; de su pasado ya sabremos algo en el juicio, y su carácter queda perfectamente reflejado gracias a sus acciones y a los documentos que deja a su paso durante la guerra.

Esto, como ya he dicho, ayuda a entender el fenómeno en todo su contexto, pero no tienes la sensación de estar leyendo una biografía, sino un libro de historia que a ratos puede resultar un tanto denso. Se intentan dar herramientas para facilitar al lector no perderse con tantos nobles, rivalidades dentro y fuera de cada bando... (tenemos elencos de personajes y árboles genealógicos al inicio y un índice onomástico al final), pero aun así puede ser un tanto complicado de seguir. Por otro lado, que las notas no estén numeradas tampoco ayuda a no perderse si quieres ampliar información.

En cualquier caso, es muy interesante no solo por el personaje, sino por su contexto, además de dar un punto de vista más global a la historia de Juana, sin centrarse en exclusiva en su figura.

Déborah F. Muñoz