Joker: año uno

Opinión:

¿Es casualidad que se publique ahora este cómic coincidiendo con la peli Joker: Folie á Deux, que todavía no he visto pero veré porque me la sudan las críticas? Pues sí, totalmente. Continuamente se publican cómics de tan insigne payaso, siempre es un filón, aunque muchas veces sean mayores las expectativas que la satisfacción al acabar la lectura.

Y es que no cabe duda de que de entre todos los villanos de cómic del mundo mundial el Joker es el líder indiscutible. Es carismático, enigmático, perverso y sus chistes son siempre malísimos. Su aspecto es a veces terrorífico pero hay que reconocerle que sabe combinar con acierto los colores de su vestuario con los de su rostro.

Se han escrito muchas historias (recuerdo que en una de ellas se contaba que era un extraterrestre como Superman pero sin sus poderes) sobre el «incierto» origen de tan icónico personaje (incluso en la peli The Dark Knight el propio Joker inventaba varias) pero desde que Finger lo creó por allá en los lejanos 50, su origen es de sobra conocido: era Capucha Roja, el líder de una banda de ladrones que durante un robo cayó en un tanque de productos químicos tras enfrentarse con Batman. Tal y como lo mostró Tim Burton en Batman. Punto.

¿Cuál es el misterio entonces? Pues el que va a seguir siéndolo porque en "Joker: año uno" no tratan de esclarecer quién cojones era el Joker antes de ser Capucha Roja, antes de caer en ese tanque (miento, Alan Moore sí que lo hizo, y muy bien, en La broma asesina). Pero, ¿realmente deberíamos preocuparnos de los orígenes? Yo creo que ese desconocimiento aporta más «magia» al personaje y lo hace más intrigante y misterioso. Que cada uno se monte su película, esa es parte de su encanto.

Al grano. En "Joker: año uno" se cuenta que el líder de los Capuchas Rojas ha caído en la cuba de productos tóxicos pero su cadáver no aparece. Tiempo después la banda volverá a actuar y también otras (capuchas grises, capuchas azules,… que no se sabe si son la misma banda o imitadores) y Batman y Gordon intentarán detenerlos y luchar al mismo tiempo contra la corrupción dentro de la propia policía. En el cómic hay constantes viajes al presente y al pasado y cosas que no quedan claras porque suceden -¿tal vez haya que leer algún número antes que este? (cosa que me parecería fatal)- como una epidemia mundial propagada por el Joker. Por cierto, un problema que él causa y que él también va a arreglar… ¡Este no es mi Joker!

Por otra parte, vamos a ver cómo la persona va transformándose en el personaje, (habla solo, lucha contra una voz que le incita a buscar pelea en un bar,…) hasta convertirse finalmente en ese ser que solo busca el caos por el caos, por el placer de ver arder el mundo y acaba con la poca humanidad que aún quedaba en su interior.

Hay más, por supuesto, mucho más, pero en resumidas cuentas esta es la chicha de este año uno payasil.

El dibujo cumple por parte de los dos autores en sus respectivas líneas temporales.

Un buen cómic, puede que algo embarrullado si no has leído Los nuevos 52: Batman año Cero, pero interesante, entretenido y, sin embargo, algo flojo también.

Diego Palacios