Invención de la vida

Título: Invención de la vida
Título Original: (Invención de la vida, 2022)
Autor: Carmen Bravo-Villasante
Editorial:
San Pablo
Colección: San Pablo Caminos
Copyright:
© 2022, Carmen Bravo-Villasante
© 2022, Arturo Ruiz Bravo-Villasante, Carmen Ruiz
Bravo-Villasante, Cristina Ruiz Fenández
© 2022, San Pablo
ISBN: 9788428556774
Tapa: Blanda
Etiquetas: recuerdos anécdotas autobiografía divulgación folklore feminismo filología literatura española memorias intelectuales infancia literatura infantil literatura juvenil profesores universidad matrimonio sobre escritores maternidad juventud sobre literatura sobre libros inéditos posguerra española pioneras sobre escritoras traductores
Nº de páginas: 353
Argumento:
Carmen Bravo-Villasante fue, durante décadas, una de las profesoras más respetadas en el ámbito filológico en España gracias a sus biografías de Juan Valera y de Emilia Pardo Bazán, y gracias también a sus investigaciones pioneras en el campo de la literatura infantil y juvenil. La editorial San Pablo rescata ahora una autobiografía, "Invención de la vida", que habría escrito la filóloga años antes de morir. En estas páginas relata su historia familiar y personal -abundante en amores o, como mínimo, en complicidades con sujetos masculinos-, sus primeros acercamientos a la literatura y a los cuentos, sus viajes por todo el mundo celebrando y divulgando el folklore y la tradición literaria popular, e incluso sus encuentros y desencuentros con escritores, editores, traductores y catedráticos, algunos tan famosos como Dámaso Alonso y Guillermo de Torre.
Escritas con la inocencia y con la vitalidad que siempre caracterizaron su estilo, estas memorias revelan importantes detalles en la vida de Carmen Bravo-Villasante, útiles también para reconstruir las redes académicas e intelectuales de la posguerra española.
Opinión:
Es posible que muchos lectores no conozcan a Carmen Bravo-Villasante. No les culpo: es habitual ignorar el nombre de quienes están 'detrás' de los libros que con tanto cariño leemos durante nuestra infancia y juventud. Quizás el nombre les sonará más a quienes hayan cursado estudios humanísticos o filológicos, pues a su labor erudita se deben algunas de las biografías más frecuentadas en el siglo pasado -las de Emilia Pardo Bazán, Juan Valera o Bettina Brentano, entre otras-, y también ella fue responsable de innumerables traducciones de literatura alemana, desde Hölderlin hasta Heine, E.T.A. Hoffmann y Heinrich von Kleist. Pero, si en algo destacó verdaderamente Bravo-Villasante fue en sus tempranas investigaciones en torno a la literatura popular, al folklore y a la literatura infantil y juvenil, campo que no ha sido reconocido institucional y académicamente hasta tiempos muy recientes. De su rigurosa dedicación en este ámbito dan fe libros como la "Historia de la literatura infantil española", "¿Qué leen nuestros hijos?" o los "Cuentos populares de Iberoamérica", tres documentos fundamentales para todo lector interesado en el estudio universitario de esta literatura.
Carmen Bravo-Villasante dedicó toda su vida a divulgar y a trabajar en el ámbito de la literatura, pero no por ello dejó de soñar, de vivir y de disfrutar de una vida de la que jamás se arrepintió. O, al menos, eso es lo que uno intuye tras la lectura de "Invención de la vida", las memorias inéditas de esta filóloga, recientemente publicadas por la editorial San Pablo con un tierno y detallado prólogo de María Jesús Fraga Fernández Cuevas, profesora de Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Con una metodología muy similar a la que siguió en su labor como biógrafa, Bravo-Villasante inicia estas memorias con un recorrido por sus recuerdos infantiles: el Hotel del Norte que sus abuelos regentaron en Madrid, la óptica de su padre, la participación de su madre en el Lyceum Club Femenino (con escritoras e intelectuales como María Baeza, Zenobia Camprubí y María Lejárraga), sus estudios en el Colegio Francés y más tarde en el Instituto-Escuela (donde sus profesores de literatura fueron ni más ni menos que Samuel Gili Gaya y Carmen Castro) y sus primeras lecturas de clásicos infantiles y juveniles en las colecciones de Saturnino Calleja, en la editorial Sopena y en la colección Araluce.
Los años universitarios de Carmen Bravo-Villasante son los que más interés y sorpresas esconden, a mi parecer. En las aulas universitarias conoció a José Luis Cano, luego director de la revista "Ínsula"; también al profesor Dámaso Alonso, y a precoces novelistas e intelectuales como José Corrales Egea, Julián Ayesta, García Pavón y Francisco López Estrada. Son los años también de su noviazgo y posterior matrimonio con Higinio Ruiz Martínez-Conde, un perito agrónomo que le dará cuatro hijos y que la dejará viuda muy pronto. Los primeros años de su matrimonio transcurrirán entre Madrid, Tarragona y Cantabria, y en ellos la autora se debatirá entre la maternidad y la investigación filológica -a mediados de los años cincuenta defendió su tesis doctoral, "La mujer vestida de hombre en el teatro español del Siglo de Oro", bajo la dirección de Dámaso Alonso.
Los capítulos posteriores son de gran relevancia para reconstruir la labor intelectual que llevó a cabo Carmen Bravo-Villasante: sus biografías de Juan Valera, de Bettina Brentano, de Emilia Pardo Bazán y de Gertrudis Gómez de Avellaneda; su labor como profesora de literatura en el Smith College y su estancia en Middlebury, su colaboración con el Instituto de Cultura Hispánica y, más importante, su incesante trabajo en el campo de la literatura infantil y juvenil y del folklore popular. Este campo de investigación, inédito en aquellos años, le permitió recorrer medio mundo (Puerto Rico, Argentina, México, Checoslovaquia, Yugoslavia, Pakistán, Filipinas, Australia y Bangkok, entre muchos otros lugares) con la intención de divulgar sus conocimientos en congresos literarios y universitarios. En ellos se hacen patentes las estrechas relaciones que mantuvo con intelectuales exiliados, como Solita Salinas o Américo Castro, y con inolvidables escritores y profesores como Guillermo de Torre y Norah Borges.
No me cabe duda de que tanto filólogos como lectores aficionados a la literatura infantil y juvenil encontrarán en estas memorias un gran número de anécdotas y datos que les ayudarán a reconstruir la historia de una disciplina aún en crecimiento.
Darío Luque
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com