Infierno helado. Serie Jeremy Logan 2

Opinión:

Pilar Alonso

Lincoln Child tiene una larga experiencia en escribir thrillers, solo o en compañía de Douglas Preston, y ese oficio se le nota. Sabe atrapar la atención del lector desde el inicio y en apenas un par de páginas ya es imposible abandonar la lectura.
 
En este caso el autor nos traslada al Círculo Polar Ártico, un escenario de hielo y una atmósfera que sabe plasmar muy bien. Mientras uno anda sumergido en la lectura, casi puede sentir los aullidos de la ventisca, el frío que se cuela hasta los huesos o la escalofriante belleza del entorno. Incluso es posible saborear la soledad y el silencio, roto exclusivamente por los pedazos de hielo al caer desde las alturas de los glaciares.
 
El descubrimiento de lo que en principio parece ser un tigre dientes de sable atrae a un equipo de televisión, y ahí es donde ese Paraíso comienza a romperse. No sólo llega un montón de gente, es que además algunos de los que llegan lo hacen como si fueran a instalarse para siempre: traen libros, muebles, alfombras, y la presentadora estrella incluso una enorme caravana arrastrada por un impresionante camión. Aquello se convierte en un circo mediático, donde no se respeta a nada ni a nadie, y es inevitable que el lector sienta la misma rabia que domina a los científicos de la base, que asisten estupefactos a un colosal despliegue de medios.
 
La crítica a ese tipo de actitud llega a su cénit cuando, tras la aparición del primer cadáver, el director del documental le pide a un cámara que se cuele en la morgue para grabar el estado del muerto, horriblemente mutilado. Esa falta de escrúpulos y de moral es el contrapunto a la actuación de los científicos, que tratan de averiguar quién o cómo se ha podido evaporar el enorme animal y qué es lo que está acabando con la vida de los que viven allí.
 
Cuando la verdad comienza a perfilarse, el estado de terror es absoluto, y la tensión narrativa va en aumento. Incapaces de abandonar la base debido a una fuerte tormenta, más de cuarenta personas deben permanecer en su interior, mientras por los pasillos vaga un ser de pesadilla. Lincoln Child es capaz de transmitirnos esa tensión, la espera angustiosa y el miedo más primitivo.
 
El final parece quedar un poco cojo. Algunos personajes que intervienen en las últimas escenas desaparecen sin más, sin que sepamos qué ha sucedido con ellos, como si a última hora la trama se hubiese deshilachado y sólo importase finiquitar el tema de la bestia.
 
Es un detalle menor para una novela que en algunos momentos recuerda a la película La cosa, de John Carpenter, y que garantiza un buen rato de terrorífico entretenimiento. 
  
Pilar Alonso Márquez

Selin

"Infierno helado" era, en su origen, una de las novelas que había escrito en solitario Lincoln Child, aparte de las que comparte con Douglas Preston, sin más detalles suplementarios. Ha sido después cuando se ha formado la serie "Jeremy Logan" con todas sus novelas donde aparece ese personaje, aunque sea en un papel circunstancial.

Así pues, diría que esa denominación ha empezado a existir con la tercera entrega, "La tercera puerta", que es donde empieza a ser un protagonista destacado en el desarrollo de las historias.

Si en "Tormenta" su participación era mínima, aquí es un personaje secundario, claro que su llegada, cerca de la mitad de la trama y muy poco antes de que empiecen los problemas en la base ártica, le convertiría en el primer sospechoso si no fuese porque el escritor lo protege y enseguida le libra de toda culpa.

La novela en sí consiste en una trama que utiliza en su desarrollo conceptos científicos bastante extrapolados y más propios de la ciencia ficción, que aquí conforman un thriller claustrofóbico, donde la menor de las amenazas es el frío polar.

Tal vez sea por el tema de la extraña bestia encapsulada dentro del hielo, y de como se haya podido producir ese hecho extraordinario, o por la propuesta de tratamiento televisivo del hallazgo como un gran acontecimiento mediático, pero lo cierto es que este título ha quedado aparcado dentro del fondo editorial y no se ha reeditado, al contrario que con el resto de novelas de la serie, que han vuelto al mercado en 2015.

Aun así, "Infierno helado" resulta una novela interesante para los seguidores de Lincoln Child, también del tándem que forma con Douglas Preston, así como para las personas aficionadas al tecno-thriller, pues une a la ficción especulativa bastantes dosis de aventura y suspense.

Selin