imperio

Opinión:

“Imperio” es el segundo volumen de la trilogía iniciada hace unos años por Steven Saylor con su novela “Roma” pero para quien, como ha sido mi caso, no haya leído esta novela, no pasa nada ya que “Imperio” se lee como una novela independiente a pesar de que su protagonista principal sea la familia patricia de los Pinario.
 
Hasta leer “Imperio” no conocía nada de la obra de este autor estadounidense, y he de reconocer que me ha agradado mucho descubrirle. Su novela, sin ser una de esas que van a pasar a formar parte de los anales de la Historia de la Literatura, es de las que se deja leer y con ganas. Sus 721 páginas se leen no sólo con ganas sino con ritmo ya que toda la historia está llena de acción. Además tiene un estilo narrativo que hace que el lector se meta dentro de la historia lo que, especialmente si este lector tiene el ánimo muy sensible (como es mi caso) hace que haya párrafos en los que no puedas evitar dibujar una mueca en tu rostro o sentir cómo se te eriza la piel. Steven Saylor no se anda con rodeos a la hora de describir asesinatos y ejecuciones, especialmente las que se llevan a cabo en el Circo Romano con los cristianos como protagonistas, o la que sufre la Máxima Sacerdotisa Vestal Cornelia. Estos párrafos han sido los que más me han impactado por su realismo. Realmente llegas a pasarlo mal.
 
Un realismo que tiene su cara amable cuando describe las costumbres romanas. El grado de descripción es tan detallado que permite al lector imaginarlo sin dificultad. Creo que eso es un punto muy positivo. “Imperio” es una novela histórica y es en estos detalles donde mejor se aprecia la tarea documental que ha llevado a cabo el autor.
 
Como se ha comentado en el argumento, la novela es un recorrido por la Historia de la Roma Imperial. En ella aparecen reflejados, como coprotagonistas, los Emperadores romanos. La relación que tenían con la familia Pinario es antigua (la raíz de ésta se halla en la primera novela “Roma”) y se trata de una relación bastante estrecha. La novela está dividida en 4 partes que corresponden a cada uno de sus miembros. Se inicia con la historia de Lucio y acaba con la de Marco pero quiero destacar la que más me ha impactado: la historia de los gemelos Tito y Kaeso. Eran hijos de Lucio, y cuando eran unos bebés sufrieron el exilio en Alejandría con su padres pero pudieron regresar a Roma con el indulto que firmó Calígula. Nada más regresar a la capital del Imperio tuvieron el apoyo y la protección de Claudio (gran amigo de su padre). Pero, a pesar de ser gemelos idénticos, Tito y Kaeso serán muy diferentes. Mientras Tito se convierte en un personaje importante de la sociedad romana, Kaeso se ha convertido al cristianismo. El enfrentamiento entre los dos hermanos, por motivos religiosos, es bastante curioso y para nada irreal. Situaciones como esa habría en bastantes familias romanas entre miembros que habían adoptado el cristianismo y los que no.
 
Sin embargo, pese a que la irrupción del cristianismo en Roma fue importante, Steven Saylor no hace mucho hincapié en ello. Tan sólo aparece en este momento, dando la sensación de que la conversión de Kaeso fue anecdótica.
 
Junto con los hermanos gemelos, los otros miembros de la familia Pinario son los protagonistas principales de la novela. El autor ha pretendido destacar en ellos la lealtad no sólo al Imperio sino a la Familia (algo fundamental para un romano) aunque, en ocasiones, les ponga en peligro. Son unos personajes atractivos y bien desarrollados con los que el lector no puede evitar tener una fuerte empatía.
 
La novela es buena y está muy bien escrita. Pero he echado en falta que hubiese profundizado más en algunos momentos. Para un lector que no haya leído mucho sobre Roma los datos que aporta son más que suficientes pero para quien sea un devorador de novelas sobre la Antigua Roma va a echar en falta más profundización en algunos momentos. Por ejemplo, la parte dedicada al Emperador Claudio no aporta más datos que los que se puedan conocer de él a través de las novelas de Robert Graves y su “Yo, Claudio”. Comparándola, por ejemplo, con las novelas de Santiago Posteguillo éstas están más completas, más elaboradas.
 
Este ha sido el único punto negativo que le he visto aunque también es cierto que debe ser difícil condensar en pocas páginas tantos siglos de Historia de Roma.
 
No obstante, insisto, “Imperio” es una buena novela. Tiene todos los ingredientes necesarios para gustar al lector: intriga, celos, asesinatos, Historia, amor... Es una novela que entretiene y que no aburre. Por eso la recomiendo. 
 
Ysabel M.