Hombres lobo

Opinión:

Manuel Muñoz Heras nos invita a conocer el misterioso e insólito mundo del hombre lobo. Aunque hoy en día la psicología tendría explicación para algunos casos, no todos optarán a una justificación ni mental ni psiquiátrica. En la antigüedad eran considerados humanos que disfrutaban matando.

Nuestro autor hace un minucioso recorrido por los casos más significativos de licantropía en la historia. Una inmejorable investigación, nunca había leído en un mismo libro tanta información sobre los hombres lobo. Para adentrarnos en ese mundo se remontará hasta casi quinientos años atrás, contándonos historias y leyendas con una prosa hermosa y limpia, tienes la grata sensación de estar leyendo cuentos de las Mil y una noche. Eso consigue que se lea con tranquilidad, disfrutando de cada capítulo. Otros, en cambio, los narra más tipo ensayo, aportando increíble documentación, en esa parte la letra cambiará pudiendo diferenciar lo que son las crónicas de sucesos.

Tenemos que tener en cuenta que tanto tiempo hacia atrás las fuentes documentadas eran escasas, no sabiéndose que podía ser real o inventado. De ahí que Manuel Muñoz se haya basado, para escribir este libro, en documentos literarios y testimonios, remontándose hasta lo que fue su origen, representado en pinturas de las cavernas.

Este bestiario comienza con el que fue el primer hombre lobo de la historia, la leyenda de la mitología griega del rey Lycaon, de quien emana el término licantropía. A partir de ahí, hará un exhaustivo recorrido por quienes pasaron por ese proceso de mutación genética a lo largo de los siglos. Algunos de ellos serán: el relato del rey Arturo y Gorlagon. Lo que fue la historia de un horrible crimen con una transformación de hombre a lobo y de lobo a hombre. Conoceremos el relato escrito en la segunda mitad del siglo XII atribuido a María de Francia, que nos cuenta la historia de un hombre atrapado dentro de un hombre lobo. Según leemos sabremos de unos irlandeses que, negándose a ser cristianizados, aullaban como lobos. Viajaremos a la ciudad italiana de Gubbio donde dicen que apareció un hombre lobo terrible que devoraba hombres y animales.

Nos asombramos sabiendo que en el siglo XV la ciudad de París sufrió una serie de ataques de una manada de lobos. ¿Queréis saber la misteriosa leyenda del señor Péronville? Lo que fue la trágica historia de amor de su hija Isabelle. Página a página irá diseccionando más casos: la bestia de Cezállier, el monstruo de Valais o el del niño lobo chileno... pero si este ejemplar tiene un lobo que fue el que empujó a escribir este libro es, sin duda, el hombre lobo español llamado Manuel Blanco "Romasanta", un auténtico asesino. También en este bestiario las mujeres lobas tienen su espacio como la loba de Vimianzo, que rondaba por un pueblecito de la parroquia de Castrelo, ubicado en la provincia de la Coruña, o la loba de Rante, quien dio muerte a dos niños en el Concejo orensano de San Cribao.

Aun así, respiraremos algo de tranquilidad sabiendo que no todos los hombres lobo fueron crueles, hubo buenos que incluso ayudaban a sus vecinos, en esta gran obra leeréis una hermosa historia de uno de ellos.

Y más, mucho más, como una enfermedad asociada al crecimiento de pelo por todo el cuerpo.

El último capítulo titulado "Licantropía clínica" es muy esclarecedor. Es importante para entender la estructura del libro que un licántropo es un enfermo mental convencido que es un hombre o mujer lobo. En cambio, un hombre lobo es aquel que, a causa de una maldición, puede transformarse en lobo. Aquí tenemos un estudio histórico y psicológico de ambos digno de ser leído.

"Hombres Lobos" es un maravilloso repaso a través de las difíciles relaciones que desde la antigüedad ha mantenido el lobo con el ser humano. El autor ha logrado en su totalidad mantener dos posiciones claras en lo que es su hilo argumental: Por un lado, el lobo como animal salvaje y ese otro lobo protagonista del folklore y las leyendas.

Lo recomiendo mucho.

Violeta Lila