Hola mundo

Opinión:

Los algoritmos, largos códigos de programación que subyacen tras muchos aparatos electrónicos y programas informáticos, nos han ofrecido una ayuda incalculable: navegación por satélite, motores de búsqueda y herramientas utilizadas en colegios, hospitales, juzgados, despachos y demás. Pero también los algoritmos tienen una cara oscura, que es la que Hannah Fry viene a desvelar en "Hola mundo": el poder y la libertad que hemos conferido a los algoritmos los ha convertido prácticamente en humanos. Sin una persona que supervise su actuación, los programas informáticos pueden causar daños irreparables en la vida de los ciudadanos que se someten a sus servicios.

"Hola mundo" se inicia con una interesante explicación sobre cómo funcionan los algoritmos, tomando como modelo el superordenador Deep Blue que se enfrentó a Gari Kaspárov en varias partidas de ajedrez. Con este ejemplo, Hannah Fry nos acerca a algunas de las teorías básicas en torno al uso y la programación de algoritmos: las tareas que pueden realizar (divididas en priorización, clasificación, asociación y filtrado) o el uso del aprendizaje automático. Sin embargo, con astucia y conocimiento del tema, la autora nos demuestra que, a pesar de ser un trabajo tan calculado y sistematizado, no siempre debemos fiarnos de los algoritmos. Para ello, nos explica el caso de Robert Jones, cuyo coche acaba colgando de un precipicio tras confiar en el navegador GPS, o también la historia de Stanislav Petrov, oficial del ejército ruso que, ante las alarmas de alerta nuclear, consideró antes la posibilidad de un fallo técnico que la de un ataque estadounidense. Y acertó.

A lo largo de casi trescientas páginas, Hannah Fry nos ofrece numerosos ejemplos de aplicaciones y software (es decir, de algoritmos) que se han creado para facilitarnos el trabajo a los seres humanos y que, sin embargo, cometen también errores garrafales. Por ejemplo, el desajuste entre las penas impuestas a delincuentes, asignadas automáticamente (mediante una serie de parámetros dudosos) por un algoritmo. También nos introduce en el análisis de patrones en las imágenes para detectar posibles tumores cancerígenos. Como no podía ser de otra manera, uno de los temas que aparecen en "Hola mundo" (aunque su presencia es escasa para lo mucho que se ha hablado) es sobre los problemas de privacidad y de protección de datos, relacionados con empresas que recopilan y venden datos personales como si fueran mercancías.

En definitiva: "Hola mundo" de Hannah Fry nos ofrece las dos caras que, desde hace ya años, vienen exponiéndose en torno a las tecnologías: la fatalista y la esperanzadora. Combinando ambas, Fry nos ofrece una única solución: seguir siendo humanos en la era de los algoritmos, porque solos nosotros podemos reparar los errores de las máquinas.

 Darío Luque