Historia del arsénico

Opinión:

"Historia del arsénico" es un libro muy entretenido, sobre todo porque el mismo tema da mucho juego en muchos aspectos, más de lo que cabría pensar en un principio y que es algo que queda bien definido con el extenso subtítulo: "Mineralogía, física, química e historia del elemento más mortal y literario de la tabla periódica", cuya parte más llamativa para el lector esté condensada muy posiblemente en la referencia a mortal y literario.

También es verdad que muchos temas están entrelazados, lo que ha obligado a la autora en diversas ocasiones a dejar algún aspecto para otro capítulo, lo que señala oportunamente cada vez que ocurre con la indicación de dónde estará mencionado, mientras se ceñía a lo que estaba explicando en esas páginas, evitando divagaciones que apartasen del asunto central.

Muchas veces eso viene a cuento de ese aspecto fundamental del arsénico, cual es su efecto como veneno, fundamental en la imagen popular de este elemento químico. Vale, también puede utilizarse con otros propósitos, mucho menos dramáticos, incluso prosaicos, pero no será raro que incluso así, de la manera más inopinada, alguien acabe envenenado.

El índice, aunque esté limitado por la concreción en los títulos de los apartados, que hubiesen ganado bastante con una mayor extensión, es un buen aliado para descubrir buena parte del contenido del libro, que guarda muchas sorpresas entre sus paginas, además de una muy variada información sobre el arsénico, sobre todo respecto a su impacto en la historia de la Humanidad.

Así, como es lógico suponer por su inherente atractivo, hay bastante espacio para los múltiples casos de envenenamiento, algunos muy conocidos por su impacto social y que ya forman parte de la cultura popular.

Un espacio que puede consistir en una nota incluida junto a las de otros casos o, según el caso de que se trate, con un capítulo completo dedicado a sus protagonistas, donde se incluirá, además de la víctima o víctimas y el criminal, las técnicas utilizadas para descubrir la verdad, otro aspecto muy importante y que da la relevancia adecuada a los científicos que consiguieron dilucidarla con su conocimiento y sus experimentos.

Tal como decía al principio, a mí me ha resultado un libro de lo más entretenido, también muy ameno por el lenguaje utilizado por Guiomar Calvo, accesible al lector profano, sin perder por ello un ápice de rigurosidad científica.

Selin