Hierbas que han sanado el mundo

Opinión:

"Hierbas que han sanado el mundo" es obra de Connor Smith, que aquí ha volcado buena parte de su conocimiento en horticultura y botánica, con un volumen editado en tapa dura por la editorial Blume, que ha utilizado un papel mate, perfecto para la reproducción de las imágenes, y de muy buena calidad.

El subtítulo que acompaña la portada, "y otras historias de plantas extraordinarias", también da idea de cómo presenta el autor cada una de las plantas incluidas en el libro, pues además de la descripción correspondiente y las utilizaciones comunes (no pensaba yo en la ruda como repelente de gatos, pero ahora comprendo por qué tenemos menos visitas gatunas no deseadas), también añade comentarios sobre su historia y otros aspectos, lo que enriquece el texto y lo hace mucho más atractivo.

El libro empieza con una interesante introducción, donde el autor explica generalidades sobre las hierbas y cómo han influido en la Historia de la humanidad, recordando además que cualquier información incluida en sus páginas sobre su uso en remedios tradicionales basados en sus propiedades curativas es sólo una referencia complementaria y que no sustituye al consejo médico. Un descargo que me parece muy razonable y coherente.

El libro está dividido en siete capítulos, agrupando en cada uno de ellos, por un concepto común, una serie de plantas, dedicando a cada una de las cuales los datos de nombre común, la denominación científica y una frase descriptiva, los textos correspondientes y una ilustración identificativa a página completa (en algunas ocasiones son dos ilustraciones).

Así empieza con "Hierbas culinarias", donde presenta unas cuantas muy presentes en las cocinas, como el perejil y el orégano; sigue con "Hierbas místicas", con algunas que tienen o han tenido consideraciones mágicas, denominándoseles como plantas de brujas. como sería la mandrágora o el beleño.

El siguiente capítulo tiene un título que suena fuerte: "Estupefacientes y venenos", con unos ejemplos que resultarán muy conocidos, como sería la coca, la belladona, la adormidera o el tabaco. Tal vez como contrapunto, el siguiente es el de las "Hierbas curativas", con ejemplos como la matricaria, utilizada como analgésico y contra la fiebre, y la melisa, sedante y relajante, sobre la que he incluido una foto con las dos páginas que se le dedican en el libro.

Después está el capítulo titulado "Hierbas indígenas", con algunas que se han ido haciendo populares en los últimos tiempos, como la estevia, con su propiedad edulcorante que sustituye el azúcar, o el ginseng, tan publicitado que parece una panacea. El siguiente es el denominado "Hierbas monásticas", que sugiere dónde se les dio más valor, como serían los huertos y jardines de los monasterios, apareciendo por aquí unas muy conocidas como el hisopo, la manzanilla o la lavanda.

El último es "Hierbas exóticas", que se refiere a las que no serían autóctonas del lugar, por más que se hayan extendido por medio mundo, como la planta del té, el anís estrellado o el zumaque.

Al final hay una selección de bibliografía y un índice temático bastante completo pues incluye tanto las plantas como las utilizaciones que se le puedan dar y los lugares específicos del mundo que se hayan mencionado en el libro.

"Hierbas que han sanado el mundo" es un estupendo libro para familiarizarse con las propiedades y posibles utilizaciones de muchas hierbas y plantas, que también se podrán reconocer por las detalladas ilustraciones que las acompañan.

Selin