fray cadfael. un dulce sabor a muerte

Título: fray cadfael. un dulce sabor a muerte
Título Original: (a morbid taste for bones, 2009)
Autor: Ellis Peters
Editorial:
Pàmies
Copyright: Primera edición: abril de 2009
ISBN: 978-84-96952-34-8
Etiquetas:
ciclo
histórica
intriga
misterio
sagas
series
trilogías
Argumento:
En “Un dulce sabor a muerte”
la apacible vida de la abadía de Shrewsbury se ve alterada cuando tras la oración
uno de sus compañeros, fray Columbano, sufre una extraña crisis que le hace caer
al suelo, profiriendo alaridos, víctima además de violentas convulsiones. Fray Jerónimo
asegura que la Santa Winifreda se le ha aparecido en sueños y le ha desvelado la
solución para curarlo: Fray Columbano debe bañarse en las aguas de la fuente sagrada,
en la que ella sufrió martirio. El consejo surge efecto, por lo que el prior Roberto
decide hacerse con las reliquias de Santa Winifreda que se encuentran enterradas
en Gwtherin, un pequeño pueblo galés. Una vez allí, comenzarán los problemas con
el terrateniente Rhisiart, líder de los aldeanos galeses, el cual se niega rotundamente
a que los monjes se lleven los restos de la santa a la abadía, polémica que se salda
con un misterioso asesinato que Fray Cadfael se presta a intentar resolver de inmediato.
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Opinión:
“Un
dulce sabor a muerte” es la primera de veinte novelas
protagonizadas por Fray Cadfael, monje benedictino, de 57 años, encargado del herbario
en la abadía de Shrewsbury, pequeña localidad inglesa ubicada muy cerca de la frontera
con Gales. La acción de cada una de las novelas de la serie se desarrolla entre
los años 1137 a 1145, es decir durante gran parte del reinado de Esteban de Blois.
Nos encontramos, por lo tanto en pleno siglo XII. Fray Cadfael proviene de una familia
de campesinos galeses y fue cruzado y marino, antes de hacerse religioso. Como es
un experto conocedor de las propiedades curativas de las plantas y sobre cómo usarlas
como remedio para sanar dolencias o enfermedades ejerce además labores de médico
aunque también se ocupa de cuidar el huerto.
Las primeras novelas de Fray Cadfael fueron escritas en 1942 por la escritora británica
Ellis Peters (1913- 1995), seudónimo de Edit Pargeter
y resultan ser una mezcla de novela histórica y de misterio, los cuales Fray Cadfael
resolverá con su perspicacia habitual y gracias a un gran poder de observación.
En 1994, como reconocimiento a sus méritos, le fue concedida la Orden del Imperio
británico.
Novelas Que Componen La Serie Ordenadas Cronológicamente
Un dulce sabor a muerte (mayo 1137)
Un cadáver de más (agosto 1138)
La hierba maldita (diciembre 1138)
Un asesino en la feria (julio 1139)
El leproso de Saint Giles (octubre 1139)
La virgen de hielo (noviembre 1139)
El gorrión del santuario (marzo-abril 1140)
El novicio del diablo (septiembre 1140)
El rescate del muerto (febrero 1141)
El peregrino del odio (mayo 1141)
Un misterio excelente (agosto 1141)
El cuervo de la Barbacana (diciembre 1141)
El tributo de la rosa (mayo 1142)
El ermitaño de Eyton Forest (octubre 1142)
La confesión de fray Aluino (diciembre 1142)
El aprendiz de hereje (junio de 1143)
El campo del alfarero (septiembre 1143)
El verano de los daneses (abril de 1144)
El santo ladrón (agosto 1144)
La penitencia de fray Cadfael (1145)
La BBC realizó una adaptación para televisión de la serie de novelas de Fray Cadfael
protagonizada por Derek Jacobi.
“Un
dulce sabor a muerte” me parece un título especialmente
recomendable para los fans de las novelas de misterio “a la inglesa” ya que posee
elementos lo suficientemente motivadores como para aconsejar de inmediato su lectura.
Para empezar, nos encontramos con Fray Cadfael, un “detective-histórico” inteligente,
perspicaz, lúcido, con sentido del humor, generoso, bueno y noble. Antes de ser
fraile llevó una vida mundana y esto le permite tener una perspectiva mucho más
amplia y tolerante que el resto de religiosos de la Orden, es decir un tipo lo suficiente
atractivo e interesante para
el lector.
Otro aspecto curioso y digno de reseñar es que la trama no concluye con el descubrimiento
del asesino, si no que se extiende algunos capítulos más en los que Fray Cadfael
debe poner en juego toda su imaginación para que nadie salga perjudicado por el
asunto, demostrando ser además un eficaz “montajista”. Este es otro elemento que
pienso puede resulta sumamente motivador, tal y como lo fue para mí, para los aficionados
al género. Aunque es importante descubrir quién asesinó a Rhisiart, tarea en la
que Cadfael utiliza no sólo sus grandes dotes deductivas sino también todo su ingenio
para que el culpable confiese la autoría del crimen, resulta fundamental además
que se resuelvan adecuadamente los diferentes conflictos surgidos a lo largo de
la narración de manera de que todos los implicados se sientan satisfechos. No se
trata tanto de castigar o detener al “criminal” como que las diferentes
historias de amor “terminen bien” o
que cada personaje consiga finalmente colmar todas sus aspiraciones relacionadas,
en este caso, con el traslado o no de las reliquias de la santa al monasterio, algo
que Fray Cadfael consigue de manera magistral en ambos casos. No sólo demuestra
ser un excelente detective sino también muy hábil a la hora de solucionar el embrollo
– como sucede en esta novela – y colocar cada asunto en su justo lugar.
Joseph B Macgregor
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