Fortuna

Opinión:

Con "Fortuna", de Hernán Díaz (Buenos Aires, 1973), estamos ante una de las mejores novelas del año.

Un acierto el de Anagrama el de apostar por esta obra magnífica, que presenta una historia sobre el funcionamiento del capitalismo y la forja de las grandes fortunas mediante un puzzle literario muy bien diseñado. No es de extrañar que este narrador de origen argentino, criado en Suecia y que vive desde hace años en Estados Unidos, esté especializado en literatura comparada y teoría de la literatura, pues "Fortuna" es un artefacto literario muy bien imaginado de alguien que posee una sabiduría compositiva sobresaliente.

Lo que se encuentra en estas cuatrocientas páginas son cuatro textos bien diferenciados, dos narrados por mujeres y dos por hombres, dos de ellos escritos por los protagonistas de la historia (un magnate financiero llamado Andrew Bevel y su esposa Mildred) y los otros por un escritor profesional (un Harold Vanner ficticio) y la secretaria del magnate, bautizada con el evocador nombre de Ida Partenza. La misión de los cuatro será contar la misma historia, y ahí es donde radica el prodigio: la realidad es el relato, lo que hagamos con ella, lo que seamos capaces de interpretar o donde pongamos nuestro interés. "Fortuna" es un buen faro de pensamiento en estos tiempos de relatos interesados y fake news. Juega con los conceptos de realidad y ficción, y se pregunta qué corresponde a una y otra dimensión en el imaginario personal y el colectivo. El lector quedará fascinado por esa multiplicidad de enfoques e interpretaciones a una misma historia, todas interesadas y todas mostrando su verdad. No les oculto que las cuatro piezas tienen una calidad irregular: se disfrutan sobre todo la primera y tercera, apasionantes, la segunda y cuarta actuando más como un material necesario para completar la historia que una aportación literaria.

Hernán Díaz ha escrito una novela que a un tiempo rinde culto y critica al capitalismo. En una entrevista, el autor hablaba del capitalismo como de un orden biológico. Con ello quería decir que es constitutivo del ser humano, necesario en su inevitabilidad. La relación de la secretaria, Ida Partenza, con su padre, un anarquista indomable que saca adelante con penurias una imprenta clandestina en la que intenta propagar sus ideas es una de las subtramas que más reflexión aportan al conjunto.

"Fortuna" le ha valido el Pulitzer. HBO prepara adaptación y por si faltara algo para llamar la atención de los lectores, Obama la ha recomendado. No se equivocan. Es una gran novela para lectores sofisticados y amantes de lo que podemos llamar, sin riesgos de parecer pedantes, alta literatura.

Rafael Ruiz Pleguezuelos