Filosofía y consuelo de la música

Opinión:

A lo largo de los años, y con una trayectoria ensayística ciertamente admirable, el filósofo y musicólogo Ramón Andrés ha venido demostrando desde distintas perspectivas humanísticas la centralidad del arte musical en la tradición occidental. Ensayos como "El mundo en el oído" (2008), el colosal e inacabable "Diccionario de música, mitología, magia y religión" (2012) y "El luthier de Delft" (2013) han insistido una y otra vez en el carácter sagrado que siempre le ha sido asignado a la música, en tanto que disciplina etérea e incorpórea, ligada, como dice el propio autor al principio de "Filosofía y consuelo de la música", a lo intangible y a lo evanescente, a lo inalcanzable, a la invisibilidad reducida a sonido. En este caso, y con un título tímidamente inspirado en Boecio y su "Consolación de la filosofía", Ramón Andrés explora los caminos -algunos más transitados y otros aún por descubrir- que el pensamiento occidental recorrió desde la antigüedad clásica en el ámbito de la estética musical.

En las más de mil páginas que conforman este ensayo, Ramón Andrés dialoga con los filósofos más influyentes de nuestra tradición europea en busca de sus respectivas especulaciones sobre el arte del sonido, por pequeñas y remotas que fueran. Siguiendo en todo momento a un maestro muy presente en estas páginas, el siempre sabio Giorgio Colli (y también, en menor medida, a otros dos filósofos inolvidables: Emanuele Severino y György Ligeti), el autor inicia su indagación filosófico-musical tratando de reconstruir el pensamiento de la religión órfica, bien sea mediante su filosofía o bien mediante las huellas que quedaron fosilizadas en la tradición pitagórica, a la que también dedica varios capítulos en los que hasta el más versado historiador aprenderá cosas nuevas. Poco a poco, con la compañía de Pitágoras y de sus más importantes discípulos, Filolao y Arquitas de Tarento, se van haciendo cada vez más nítidas las líneas temáticas que recorrerá esta historia del pensamiento musical.

Algunas de esas vetas quedarán abiertas desde tiempos presocráticos para ser exploradas y frecuentadas por pensadores de todas las épocas: por ejemplo, el concepto místico de los números (fundamental en el pensamiento pitagórico) y su vigencia en época medieval, así como las proporciones musicales y sus correspondencias astrológicas, y el tan inolvidable tema de la armonía de las esferas. Otras cuestiones, como la relación simbiótica entre ética (o medicina) y música, irán floreciendo con nuevos sedimentos filosóficos: serán Platón, o a veces Nicómaco de Gerasa, o Teón de Esmirna, Marciano Capella, Arístides Quintiliano o el mismo Boecio quienes ofrezcan cuestiones inéditas en esta historia del pensamiento, en ocasiones vinculadas a los instrumentos y a su priorización, o también a especulaciones seudocientíficas en torno al sonido y sus propiedades.

Ya en tiempos modernos, con Robert Fludd, Mersenne, Leibniz o Rousseau, nos iremos encontrando con un pensamiento mucho más complejo, de menor especulación y mucho más próximo al rigor del método científico. También nos encontraremos a lo largo de este camino con compositores y tradiciones musicales que en ocasiones nos resultarán ignotas, ajenas e incomprensibles, pero no cabe duda que las disputas ilustradas entre italianos y franceses, patentes en las obras de Diderot, Rousseau y el pobre Rameau, nos acercarán mucho más a las preocupaciones de nuestros días. Por el camino, eso sí, habremos recorrido de la mano de Lorenzo Valla, Marsilio Ficino y Juan Luis Vives las preocupaciones musicales del Renacimiento, tan singulares como las tardías propuestas de Francis Bacon, Pontus de Tyard y Giordano Bruno.

Y, pese a la aspereza de estos nombres, lo cierto es que el estilo de Ramón Andrés, siempre tan cercano y elegante, convierte este recorrido filosófico en una amena conversación de sobremesa en la que el lector nunca se siente excluido y, créanme, pasa las páginas con ganas de saber más.

Quizás sea esa la clave de este ensayo: sin ser un libro necesariamente enciclopédico, "Filosofía y consuelo de la música" estimula en el lector la curiosidad e incluso la necesidad de aprender y comprender una historia tan bella como lo es la historia de la estética musical.

Darío Luque