Escitas. Señores del arco y la flecha

Opinión:

No se lee mucho sobre los escitas, aunque son muy mencionados en lo referente a las grandes guerras de la antigüedad, interponiéndose en el camino de aqueménidas y griegos, para los que fueron una gran amenaza. No es de extrañar que fueran temidos y hasta mitificados: estos bárbaros son el origen del arquetipo del arquero a caballo y conectaron buena parte de Eurasia, siendo la base de otros grandes pueblos conquistadores.

Para el que sienta curiosidad por este pueblo bárbaro que dominaba las estepas y que era tan famoso por sus tácticas de guerra a caballo, arco en mano, este libro es sin duda un imprescindible. Primero, nos encontramos unas primeras páginas más contextuales hablándonos del hábitat donde se desarrolló esta cultura y cómo cambió todo con los fenómenos migratorios y el surgimiento de comunidades nómadas pastoriles. Como curiosidad, también se habla de algunas especulaciones sobre jinetes esteparios dentro de la península ibérica.

Luego, se nos habla de los escitas, diferenciándolos en occidentales y orientales (más alargados en el tiempo), con sus orígenes y también dedicando una parte a los que serían sus herederos. Aquí hay que tener en cuenta que buena parte de lo que conocemos sobre los escitas al margen de los escasos restos arqueológicos proviene de fuentes externas a los propios escitas; a sus enemigos, de hecho. Por ello, dependemos de la percepción griega en muchos aspectos para saber algo más sobre su organización social, cultura, vida cotidiana, creencias y costumbres.

Por ello, el libro está muy centrado en los temas que preocupaban a los enemigos de los escitas: las campañas militares y los movimientos políticos, cómo influyeron en la política internacional a lo largo de las diferentes épocas... La sección dedicada a cultura y sociedad es por tanto bastante escasa, aunque sí que se nos dan muchas pinceladas de cómo influyeron en leyendas y mitología de tradición griegas, incluyendo a las amazonas, relacionadas con la zona y reforzando el hecho de que los escitas también tenían mujeres guerreras.

El tono del libro es más académico que divulgativo, por lo que a algunos lectores más acostumbrados a los libros de divulgación más amenos y repletos de curiosidades le puede resultar denso y complejo de leer (párrafos muy largos, lenguaje muy especializado...). Acompañan al texto algunos textos y mapas ilustrativos, aunque no abundan, y en general está todo bastante bien ordenado, aunque nuevamente el lector que no tenga una gran base histórica de esa época y región podría perderse bastante y se habría beneficiado de un glosario con los distintos actores y regiones. No obstante, si quieres toneladas de información interesante sobre este pueblo y estás muy puesto en el tema, es un imprescindible.

Déborah F. Muñoz