Es extraña la amistad

Opinión:

A través de dos voces narrativas alternas nos convertimos en espectadores de la relación que mantienen dos amigos: Samuel, "el Gordo", y Alberto, "el flaco".

Samuel López Sañudo, con algún kilo de más y como único objetivo el de fumarse el siguiente porro, una ansiedad a la que hay que añadir la bebida y la ingesta compulsiva de alimentos cuando puede, porque entre sus problemas está el de vivir con lo justo y no tener ninguna gana de mejorar su estilo de vida.

Alberto Delgado, un impostor que se ha aficionado a la buena vida y que tiene la imperiosa necesidad de escapar, sobre todo de la zona de Levante, donde empezaba a ser demasiado conocido, y no para bien. El amigo rico que, gracias a su antiguo puesto en la embajada de España en el Líbano, en Beirut, le hará la vida más fácil y agradable a Samuel.

Desde el comienzo se simpatiza con los protagonistas y a través de cada uno de los episodios los vamos conociendo, descubriendo que hay de cierto en lo que cuentan que han vivido, tanto juntos como por separado. Dos personajes muy peculiares y bien dibujados por el autor.

La pareja recuerda a clásicos del cine que pasan por sus páginas, como Stan Laurel y Oliver Hardy, a quienes ya intuimos por la portada y los motes con los que antaño se apodaban; o como también ocurre con "la extraña pareja" formada por Jack Lemmon y Walter Matthau. Estos parecidos razonables le dan a la novela un toque de humor que está presente durante toda la trama y hace que la lectura resulte muy ágil, permitiendo que nos metamos de lleno en la experiencia que viven desde su reencuentro.

La desconfianza de ser quienes dicen ser y sus vidas ocultas, nos esperan en este relato lleno de giros inesperados y fuegos artificiales que estallan en medio de la tranquilidad de un chico de barrio amante de sus rutinas diarias.

Un thriller de humor negro, refrescante.

Porlomenix