El viento que sopla salvaje

Opinión:

"El viento que sopla salvaje" es la historia de una mujer que decidió liberarse y obviar todas las convenciones sociales. La conocemos desde el punto de vista de su hija, a la que se le ha quedado grabado ese verano por su triste final, y que en su momento no supo comprender el "vergonzoso" comportamiento de su madre, que tanto daño podía hacer a la reputación de la familia en la Málaga de 1918.

Esa madre sofisticada, adelantada a su época e inteligente era también manipuladora y egoísta, pero a la vez quería para su hija que fuera libre. No obstante, Olivia, en plena adolescencia, le reprochaba que estuviera tan rara y se saliera de los límites de lo correcto, lo que generó fricciones entre ambas.

La novela está narrada de una forma muy elegante, pero accesible, y la trama es pausada, aunque fluye bien debido a que Olivia está decidida a descubrir qué le pasa a su madre y a sacar a la luz sus secretos, pero además tiene sus propias vivencias y empieza a experimentar la pasión.

A través de esos recuerdos, descubrimos el ambiente de la clase alta que veraneaba en Málaga, los lugares que frecuentaban y cómo se relacionaban entre sí y con el servicio, además de entender mejor el papel de la mujer y todo aquello contra lo que se rebelaba Verónica. Esta parte está muy bien documentada y hace que te sientas transportado a esa época gracias a numerosos detalles sensoriales.

Nos adentramos también en algunos de los secretos de la familia que va descubriendo la joven, además de adivinar relaciones sutiles entre personajes (de las que muchas veces Olivia no se percata) pero que son muy importantes y que te obligan a estar pendiente si es que quieres, al llegar al final, saber lo que realmente pasó. No obstante, lo que pasó es en el fondo lo de menos; lo importante es cómo se va generando esa situación explosiva a través de los numerosos moldes que rompe Verónica, algo que ni la familia ni la sociedad puede aceptar.

Poco más puedo contar sin destripar el libro, salvo que me parece destacable la introducción de las Furias romanas en momentos clave y de la gata como reflejo y complemento de su dueña. Además, todo queda bien hilado, sin cabos sueltos si has sabido leer más allá de lo que Olivia veía y sentía. Es por ello que me ha parecido una historia interesante tanto en la forma como en el fondo.

Déborah F. Muñoz