El umbral de la eternidad. Trilogía The Century III

Opinión:

En esta tercera parte de la trilogía "The Century", que comenzó con "La caída de los gigantes" y continuó con "El invierno del mundo", el tema central que encontrarnos es la Guerra Fría, que, en palabras del propio autor, si se hubiese convertido en una verdadera guerra, habría terminado con toda la humanidad por la utilización de las bombas atómicas. Pero no solo tienen importancia las diferencias entre Comunismo y Democracia, sino también, en modo de subtrama, vemos el racismo de Estados Unidos, la lucha de Martin Luther King para acabar con esa lacra de la democracia de forma pacífica.

Los dos primeros libros me gustaron mucho por mostrarme de una forma interesante la Historia, sobre todo la parte de las Guerras Mundiales, sobre las que normalmente no me interesa leer mucho. Follett consigue engancharnos para que no nos preocupemos tanto por la Historia, sino por cómo viven la Historia esas familias.

En este último libro, sin embargo, cuenta una parte de la Historia que yo he vivido, que todos nosotros conocemos más de cerca. Recuerdo perfectamente cómo vi pegada a la tele cómo caía el Muro de Berlín, sin ser plenamente consciente de la importancia que tenía eso que veía en la pantalla; viajé a Berlín y me hice la típica foto con el muro que se hacen todos los turistas en el Checkpoint Charly. Sí, sabes que fue horrible, pero no lo interiorizas lo suficiente, parece algo que ocurrió hace mucho, demasiado lejano como para que te afecte. Al leer la historia de la familia Franck, y especialmente el capítulo en el que cae el Muro, no pude evitar llorar de la emoción. Yo lo había visto en la tele, pero tras leer el libro, el sufrimiento de tantas personas por él se hizo más real, más doloroso. Y fue el hecho de que un libro sobre nuestra Historia consiguiese que llorara lo que ha hecho que se convierta en mi favorito de los tres.

La subtrama sobre el racismo también me impresionó mucho, leer sobre los atentados, las malas maneras en que los trataban en EEUU, es igual: sabes que ocurrió pero ya no es así (o debería no serlo…). Me ha gustado seguir a George y a María en sus andanzas políticas para conseguir que las vidas de sus hermanos mejoren. Es precisamente un fragmento de su historia la que leyó Ken Follett en su presentación de Madrid, la única medianamente humorística del libro. La última escena del libro, precisamente con María y George, también me hizo llorar a mí, entendía perfectamente por qué lloraba George (no vamos a contarlo aquí), y sentía por él, me emocionaba por lo que él y muchos como él habían luchado por conseguir.

Me ha resultado curiosa también la vida de Walli y Williams, cómo se convierten en estrellas de rock, y cómo refleja el estilo de vida que llevaban, con drogas, sexo, etc. Particularmente la historia de Walli es enternecedora, así como la de su hermana Rebecca y su marido.

La parte que menos me ha gustado, porque en general la política no me interesa mucho, es la parte de politiqueo de los presidentes de EEUU y Rusia, pero es inevitable que aparezcan esos fragmentos, uno de los puntos clave del libro es precisamente su lealtad a los acontecimientos que nos transformaron.

Ahora que ha terminado la trilogía, me siento un poco huérfana, quisiera saber qué va a ocurrir con estas familias, cómo van a seguir con sus vidas a partir de este momento, no quiero despedirme de ellos.

Gracias, señor Follett, por habernos regalado nuestra Historia.

Elena Martínez Blanco