El tarot viviente

Opinión:

"El tarot viviente" me ha sorprendido de una manera muy grata, pues se trata de un libro diferente, bastante alejado de los manuales al uso para aficionados al tarot. La diferencia fundamental que he podido comprobar es que da mucha importancia a la actividad de la persona y al desarrollo de su propia sensibilidad, dejando a un lado muchos estereotipos y prescindiendo de las tan manidas reglas nemotécnicas.

Así es lo que se desprende de una frase, que está remarcada en el libro y que reproduzco aquí porque resume el propósito de este libro: "enseñar a alguien a enseñarse a sí mismo el tarot". Tal vez resulte extraña esa forma de plantearlo, a mí me ha encantado, pues coincido plenamente con Susan Chang en que el tarot tiene que ser una experiencia y vivencia personal.

El formato que ha utilizado Susan Chang para compartir sus conocimientos sobre el tarot con los lectores es el de un curso que proporcionará las herramientas adecuadas y suficientes para que en un plazo de tiempo razonable, que según la autora estaría entre tres y seis meses.

Está repartido en ocho capítulos que, de manera progresiva, introducirán los conceptos básicos y una serie de procedimientos para que la práctica sea lo más provechosa posible para la persona.

Uno de los factores que destaca es lo necesario para empezar a practicar el tarot que, tal como manifiesta ella misma, tiene una barrera de entrada muy baja, pues no necesita de parafernalia, solamente es necesaria una baraja de tarot, que recomienda que sea Rider-Waite-Smith (ella ha usado la denominación completa, por mi parte siempre me he referido como Rider-Waite), algo en lo que escribir (en su definición más amplia, que aquí cabe papel, cuaderno, un medio electrónico o, incluso, el mismo libro, que tiene marcadas unas zonas para anotaciones), y compromiso para seguir el aprendizaje y mantener unas pautas de acción.

Vale, lo más complicado puede ser esto último, sobre todo si se presentan imprevistos que hagan olvidarse del tema uno o varios días; tampoco será muy grave si se retoma otra vez el ritmo. Otro tanto con el periodo previsto, que pueden ser unos pocos meses o alargarse bastante más; cada proceso precisa de su propio ritmo, que es también el de la persona.

En lo que se refiere al modelo propuesto de baraja, enseguida se verá que son esas mismas imágenes, tal cual fueron diseñadas a principios del siglo XX, las que están reproducidas en los diversos apartados del libro.

Respecto de las tiradas de cartas, que eso es siempre de lo más atractivo para la mayoría de personas, habrá suficientes formatos y maneras para encontrar la más adecuada según los criterios personales, empezando por la primera propuesta de Susan Chang, que incide bastante en la carta del día, tanto por su importancia en el compromiso, como en lo que se puede aprender de esa carta diaria en relación con las circunstancias de la propia vida cotidiana.

"El tarot viviente" me ha parecido una estupenda propuesta para que las personas interesadas puedan iniciarse en el tarot con unos fundamentos correctos y sólidos, que les permitirán aprovechar todo lo que les puede ofrecer, que es mucho.

Selin