El ritual

Opinión:

Adam Nevill juega en "El ritual" con sus personajes incluyendo dos etapas de terror: Es decir, no basta con meter a una criatura violenta en una historia extraña, además hay que llegar hasta el momento cumbre pasándolas canutas bajo la salvaje mirada de otros que no son inhumanos pero lo parecen, en una segunda parte de lo más surrealista. En "El ritual" la primera parte, la que transcurre en el bosque, ya es violenta de por sí porque los cuatro amigos son perseguidos por un ser que parece demoníaco, terriblemente violento, de esos que ponen los pelos de punta.

Nevill insiste primero en la relación de los cuatro amigos y marca muy bien las diferencias de los personajes: Hutch es quien les reúne, está casado y sabe mediar entre unos y otros; es el pacificador, y el guía. Phil y Dom son padres de familia que se han embarcado en esta aventura con un secreto a sus espaldas que sólo Hutch conoce. Luke es el cuarto en discordia, y aunque se lleva  mejor con Hutch y choca mucho con los otros porque no encaja, es el único que no conoce algo vital de Dom y Phil. De saberlo, la historia habría ido por otros derroteros, pero Nevill hace que Luke no sepa nada hasta bien entrada la historia -dicho de otra forma, hasta que ya no saben cómo volver a casa y se ha liado bien gorda-. Mientras están perdidos su relación se romperá con consecuencias desagradables, pero ya avanzada la historia y con menos supervivientes la mirada de Luke sobre sus amigos habrá cambiado. Sólo que ya es demasiado tarde. Con ellos viviremos penurias, hambre, dolor y sus malos rollos pero sobre todo el terror que les causa que en ese bosque perdido de la mano de dios, ruja un monstruo que provoca un miedo atávico y que como muestra les deje un animal destripado colgado de un árbol.

Y lo narrado hasta ahora ocurre en la primera parte. En la segunda aparece un grupo de lo más extraño, también en el bosque, que parecen rescatadores. Nada más lejos de la verdad. ¿Cuántas probabilidades hay de que después de pasar un infierno, pases otro? Adam Nevill tiene dos infiernos preparados en este libro. Nos movemos en tierras suecas, prácticamente ya al lado de tierras noruegas, donde antaño hubo vikingos y la creencia en dioses que necesitaban sacrificios. Y también tenemos a un grupo de personas (Loki, Fenris y Surtr) que está tan mal de la cabeza que parece que hayan tomado LSD desde su nacimiento. Con ellos un personaje más, tan misterioso como importante en la historia. Estos son los "supuestos" rescatadores. O sea que no sólo no desaparece la criatura inhumana de la primera parte sino que además habrá locura y violencia en una segunda parte de lo más terrorífica.

Al principio es fácil pensar que es totalmente surrealista la historia que nos cuentan, pero esta es una historia de terror que no busca ninguna realidad creíble. Ya hizo lo mismo en "Apartamento 16": quiere una historia de terror, al margen de creencias o no. Y lo consigue.

Cuando la leía podía ver una película de terror, no por la forma en que la cuenta, sino porque es una de esas historias que no saldrían dañadas en una versión de celuloide.

"Hay cosas peores que la muerte" dice el lema de la portada, y yo os digo: un tiro a tiempo cualquiera lo desea si se ve inmerso en esta horripilante experiencia. Pero esta es una historia de supervivencia a costa de cualquiera otra cosa.

A mí me ha gustado aunque me ha sorprendido la ruta que ha seguido. El bosque es una primera parte -curiosamente no hay mucha acción pero resulta interesante porque ha sabido introducirte en él-, y el ritual aparece en la segunda parte del libro, y ambos, juntos o por separado, son espeluznantes.

Anika Lillo