El reino

Opinión:

"El Reino" es una novela, por llamarla de alguna manera, difícil de definir y de clasificar. Personalmente lo consideraría como especie de ensayo sobre las figuras de Pablo de Tarso y de Lucas el evangelista, que comienza con una situación personal del autor y a partir de la cual tiene lugar el estudio de estos personajes históricos y altamente relacionados con el cristianismo.

En la primera parte de este, digamos estudio, el autor nos habla de su experiencia personal con el catolicismo. En ella nos explica como después de una crisis espiritual se volcó y convirtió al cristianismo, hecho que le llevó a realizar grandes tareas de lectura y comentarios sobre el evangelio de San Juan. Sin embargo, otra gran crisis le llevó a abandonar el camino de la religión.

Las otras tres partes son fruto de una investigación profunda y meditada sobre Pablo de Tarso y Lucas el evangelista.

En estas partes Carrère nos ofrece una visión muy completa de estos personajes así como de la figura de Jesucristo y de los primeros años del cristianismo. Sin embargo, no estamos ante una visión sesgada propia de alguien descreído. Aunque la narración es un tanto desenfadada, algo que es de agradecer para no dificultar la lectura y que esta pueda acercarse a un público más extenso, la investigación llevada a cabo no desmerece nada, sino que destaca por la profundidad con que muestra los personajes históricos y lo que trataban de transmitir.

Aunque evidentemente en las partes dedicadas a Pablo y Lucas, el autor no es protagonista de la historia, no por ello abandona su aportación, sino que sigue presente en la narración a través de sus múltiples comentarios sobre los temas que trata y las diferentes comparaciones con el momento actual y otras situaciones de lo más insólitas. Algo que parece lógico teniendo en cuenta los temas que trata y su postura frente a lo que la religión nos enseña.

Es de agradecer la veracidad que demuestra Carrère al informar al lector de los hechos que están basados en documentos reales y fidedignos, de aquellos que se pueden intuir a partir de los conocimientos que posee y de los que simplemente se inventa por carecer de fuentes en las que apoyarse.

Así, podemos decir que estamos ante un ensayo novelado fruto de la experiencia personal del autor. Una visión histórica de dos personajes complejos en un tono ameno y sencillo, que no cae en la provocación y que a pesar del descreimiento del autor trata con respeto a todos los personajes religiosos. Un estudio que invita al debate y a la reflexión.

Mila L. Castelo