El pintor de los muertos

Opinión:

"El pintor de los muertos" es una novela con un fondo histórico real, acompañada de asesinatos, cofradías, arte, pinturas y Juan de Valdés Leal, uno de los mejores exponentes de la escuela sevillana de pintura del que este año se conmemora el cuarto centenario de su nacimiento.

Siguiendo las palabras de un narrador viajaremos a una Sevilla barroca, en el año 1672, sumida en el oscurantismo de la Inquisición, para conocer la vida y obra del personaje central, Juan de Valdés Leal, artista y hermano de la Santa Caridad que recogía a los ahogados y ejecutados de la justicia, dándoles sagrada sepultura, arrastrando así la leyenda del pintor de los muertos.

Nos encontramos saliendo de la epidemia de la peste, la plaga diezmó fuertemente su población, mezclándose miseria y opulencia, religión y pecado, llena de órdenes secretas, cofradías y hermandades religiosas… Y es en ese escenario donde harán presencia una serie de extraños asesinatos cuyos cadáveres tienen símbolos dibujados en sus cuerpos. Las pistas llevarán a la Inquisición hacia un discípulo de Valdés, y éste tendrá que luchar para probar su inocencia. Para que lo entendáis mejor, nuestro pintor se transformará en una especie Doctor Watson, acompañando al inspector inquisidor.

De los crímenes sabremos de ellos cuando ya hayan ocurrido, haciendo que la lectura sea tranquila de seguir sin escenas difíciles de digerir. Entremedio tendremos otros acontecimientos movidos por otros personajes, uno de ellos será la propia mujer del pintor, Isabel, cuya enfermedad entre la vida y la muerte mantendrá en vilo al lector.

Asistiremos a palacetes lujosos de la época, veremos de cerca las vidas contradictorias de los religiosos y participaremos de procesiones y autos de fe, reviviéndolo con honda crudeza gracias a la pluma insigne de Antonio, gran divulgador y especialista en filología, que pondrá también mucho cuidado y cariño en las ambientaciones de la que es, en definitiva, su propia ciudad. Nuestro autor nos dejará magníficas descripciones de la actividad de la Inquisición en el castillo de San Jorge o los mercados de la calle Feria y de la Alfalfa. Todo en un argumento en el cual el Maestro, además de pintar muertos, también colaborará en la resolución de ciertos crímenes relacionados con el mundo del arte.

Ficción repleta de personajes históricos: Miguel Mañara, Pedro Roldán, el arzobispo Spínola, sin dejar fuera a féminas tan importantes como la propia esposa del pintor, Isabel Martínez de Morales y Carrasquilla, sus hijos, Luisa Roldán y Ana María Caballero, esposa del cronista Diego Ortiz de Zúñiga.

Sevilla como escenario desarrollándose la trama el mismo año en que Valdés Leal pintó «In Ictu Oculi» y «Finis Gloriae Mundi» sus dos obras más conocidas. La trama a seguir comenzará en enero y terminará en noviembre de ese año 1672.  Pero será la Semana Santa quien tenga mayor protagonismo en la novela por las escenas de Domingo de Ramos, el Miércoles y el Jueves Santo, aquí brillará el personaje, Pedro Roldán, amigo personal de Valdés. No faltarán para el lector momentos grandiosos en la aparición de alguna cofradía, como la desaparecida hermandad del Cristo del Socorro, aunque es verdad que también se sorprenderá con algún capítulo ambientado en el Corpus... porque aquí se recreó la relación de ese siglo con el mundo de la iglesia y sus hermandades.

¿Quién está asesinando y por qué?

Os animo a tener este thriller negro histórico para adentraros en una trama oscura donde hay oídos y ojos por todas partes...

Violeta Lila