El pasajero
Título: El pasajero
Título Original: (Le Passager, 2011)
Autor: Jean-Christophe Grangé
Editorial:
Grijalbo
Colección: Novela de intriga
Copyright:
© Éditions Albin Michel, 2011
© Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U., 2014
Traducción: Joan Riambau MöllerEdición: 1ª Edición: Mayo 2014
ISBN: 9788425351617
Tapa: Blanda
Etiquetas: conflicto generacional conspiraciones contemporánea asesinos en serie crítica social género negro enfermedades mentales estafas policiaca literatura francesa novela prostitución thriller thriller psicológico mendigos experimentos médicos amnesia art brut
Nº de páginas: 736
Argumento:
En la estación de Burdeos se descubre un macabro asesinato que recrea el mito del Minotauro. El caso es asignado a Anaïs Chatelet; será su primer caso de asesinato como capitán de la policía por eso se vuelca totalmente en la investigación.
Pronto relaciona el caso con un misterioso hombre que ha perdido la memoria, ¿es el asesino o se trata de un testigo? El hombre es consciente de su situación y decide huir de la vigilancia policial para descubrir su pasado y su identidad. Su búsqueda le lleva de un lugar a otro de Francia y en su camino va descubriendo otros asesinatos con connotaciones mitológicas, ¿será realmente un asesino?
Anaïs Chatelet le perseguirá implacablemente decidida a resolver el caso sin importarle los métodos que deba emplear para lograr su objetivo.
Opinión:
"El pasajero" es una historia complicada, llena de giros inesperados, bien estructurada, demasiado bien estructurada y eso hace que la novela no acabe de convencer.
Cuando leo una novela, no importa que sea buena o mediocre, normalmente percibo como la obra ha ido creciendo, desarrollándose, cómo el autor se ha enfrentado a algún problema argumental o de caracterización de un personaje, ese tipo de cosas. Sin embargo, en esta ocasión, todo eso falta; por el contrario, da la sensación de que el autor se ha ceñido rigurosamente a un esquema, no se ha apartado ni un milímetro de él y cuando surge algún problema recurre siempre a la coincidencia, a la casualidad, al azar.
La novela es correcta y fácil de leer. Grangé conoce bien el oficio de escribir y se nota. La prosa es clara, los capítulos son cortos lo que hace que la lectura sea rápida y sencilla. ¡Pero qué lejos queda esta obra de otras historias del autor como "Los ríos color púrpura"!
Diría que, en esta ocasión, al escritor francés le ha fallado la inspiración pero, como decía antes, conoce bien su oficio y ha tomado todos los temas que pueden crear misterio y tensión en una novela y los ha empleado en su historia.
Evidentemente, la trama es muy complicada porque se desarrolla en mundos muy diferentes: hospitales psiquiátricos, el mundo de los sin techo y sus albergues, la mafia, el mundo del arte, de los falsificadores, de la prostitución, de los experimentos de la industria farmacéutica, conspiraciones, asesinos a sueldo, empresas todopoderosas, torturadores..., casi todo lo que podamos imaginar.
Los personajes principales son dos. Por un lado, tenemos a Anaïs Chatelet, una policía novata que no duda en emplear métodos muy poco ortodoxos para perseguir a su sospechoso. Un personaje torturado por su relación con su padre que le crea trastornos psicológicos serios. Resulta poco creíble que alguien así pueda ser capitán de policía, pero son muchas las cosas que en esta historia están en el límite de lo increíble y de lo improbable.
El hombre que padece amnesia, que lo mismo puede ser un testigo inocente que un sanguinario asesino, tampoco resulta mucho más creíble. Padece un raro trastorno psiquiátrico conocido como el síndrome del viajero sin equipaje, o fuga psíquica, que consiste en que, debido a un trauma, el sujeto olvida todo lo referente a su vida y crea una nueva identidad ficticia. El autor nos muestra el drama existencial de un hombre que trata de recuperar su identidad primigenia a la vez que lucha con sus demonios personales. Siempre escapa milagrosamente de todos los problemas en que se ve envuelto y siempre descubre por casualidad las pistas que le llevan a través de un laberinto de pesadilla para descubrir el origen del mal; por no hablar de las extraordinarias habilidades que posee.
El final es ambiguo y un poco decepcionante, cada lector puede interpretarlo como quiera. El resultado de todo ello es una novela excesivamente larga, bastante irregular pero, eso sí, correcta y de fácil lectura.
Jaci Alía Arreche
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