El muro

Opinión:

"El muro" es una distopía sin pretensiones. Una vez planteada, sabes lo que va a pasar, y no tiene elementos especialmente novedosos salvo el conflicto generacional (los jóvenes echan la culpa a la generación de sus padres por no evitar el Cambio) y las reticencias a traer hijos al mundo. Pero, superada la primera parte, demasiado expositiva y demasiado literaria para tener un buen ritmo, la verdad es que funciona y se hace ameno leerlo.

Las tres partes (El Muro, Los Otros y El Mar) ya nos anticipan lo que va a ocurrir en cada una de ellas. La primera, como he dicho, es bastante pesada y densa, de las que te incitan a abandonar, pero las otras dos tienen más acción y aventuras, haciendo que sientas que ha merecido la pena seguir leyendo.

Está todo narrado desde el punto de vista de Kavanagh y poco sabemos del mundo más allá de algunas bases: que el Muro evita que el mar invada la tierra y que entren los extranjeros, que hay quienes han conseguido sobrevivir en ese mundo inundado y quieren llegar a tierra a toda costa, que hay una clase privilegiada que está por encima de la gente corriente y mueve los hilos y que hay quienes no están conformes. Tiene un componente de crítica social, sin duda, pero le falta desarrollo tanto en lo ocurrido en el pasado como en el presente, a mi parecer. Me he quedado con la sensación de que John Lanchester se lanzó a escribir cuando solo estaba armando el armazón distópico, pero le faltaban los detalles que lo completaran, y acabó la novela antes de dar con esos detalles.

Tampoco ahondamos demasiado en los demás personajes, quizás un poco más en Hifa, pero ni siquiera me atrevería a decir que Kavanagh tenga una gran profundidad, y eso que está contado con su voz. Esta, como ya he dicho, pretende ser muy literaria al principio, pero luego es más cercana y al final me quedé con la sensación de que el personaje no tiene un objetivo en ningún momento (de hecho, queda claro que no sabe ni qué hacer cuando acabe su servicio en El Muro) y simplemente se deja llevar sin más. No obstante, como todo fluye hacia partes amenas, se puede pasar por alto y simplemente disfrutar de los acontecimientos.

Déborah F. Muñoz