El invasor

Opinión:

La pandemia nos cambió a todos. Parece que el confinamiento ocurrió hace como veinte años y, sin embargo, apenas han pasado cinco de aquella pesadilla de la que poco a poco hemos podido salir, aunque no mejores, como prometía el lema usado por entonces para animarnos a todos.

Durante ese tiempo, y, dejando al margen los fallecidos, las secuelas, la torticera gestión de Ayuso y sus 7291 ancianos que «se iban a morir igual», no todo fue malo.

"El invasor" comienza tras una breve presentación de una de sus protagonistas, Carol, que es una mystery guest, o sea, una trabajadora independiente contratada por marcas, restaurantes, hoteles… para evaluar la calidad de los bienes y/o servicios ofertados. En su caso se dedica a «auditar» hoteles de lujo de manera anónima. Su casa son los hoteles en los que habita una media de cinco días. Ella está sola pero con una soledad buscada que es su medio de vida. El confinamiento tan solo va a cambiar su lugar de residencia temporal.

Justo cuando acaba de realizar una de sus evaluaciones en un hotel en Canarias y va a emprender un vuelo a Mallorca, el presi anuncia el confinamiento y Carol se ve obligada a volver a su casa, en Bilbao.

Por su parte, Omar, el otro prota, en claro contraste con Carol, es un MENA (Menor Extranjero No Acompañado) marroquí que vive en Bilbao desde los 14 años que ahora que ha cumplido los 18 se ve obligado a dejar el piso tutelado en el que el sistema le había acogido pasando así a ser un JENA (Joven Extranjero No Acompañado). Pero, ¿cómo se confina alguien que no tiene casa? A partir de entonces continuará los estudios de FP en electrónica de día y mendigará por la noche. Pero no es fácil vivir así y dejará los estudios, pese a los ruegos de su profesor, para terminar en un polideportivo haciendo recados para gente nada recomendable. Él está solo, pero querría estar con su familia.

Sin embargo, en ese polideportivo también se ha generado una red de voluntarios para llevar los pedidos del mercado a la gente que los ha realizado, principalmente personas mayores, o mejor dicho a los felpudos de su casa. Recordad: nada de contacto.

Gracias a esta acción de buena voluntad los caminos de Omar y Carol, que nunca hubieran convergido de otra manera, se encontrarán, en condiciones que podrían ser bastante mejores, y que devendrá en una pequeña aventura y en una inesperada amistad.

Cabría preguntarse a quién se refiere el invasor del título…

"El invasor" se configura como una historia que devuelve la esperanza en la humanidad. Con un dibujo sencillo pero dinámico y ágil en blanco y negro que nos plantea un potente, y en ocasiones emotivo, cómic social, que plasma las olvidadas circunstancias de mucha gente en la que seguramente no fuimos capaces de reparar en su día. Este es un relato que homenajea también a «la gente que salva el mundo» de las situaciones más terribles e imaginables.

Diego Palacios