El Imperio de Trigan

Opinión:

Un cómic que entró oficialmente en academias donde estaba prohibido que hubiera cómics. Uno de los escasos de aventuras y ciencia ficción en completo color; y eso hace más grande a este cómic dado la espectacularidad del dibujo de Don Lawrence, así como de la propia narrativa visual. Porque el gran acierto de esta obra es la ilustración, con todo lo que ello implica; dibujo, narrativa, color, etc. Evidentemente, la historia no está nada mal, sino solamente con la belleza del dibujo no se hubiera podido sostener en el tiempo, puesto que se publicó desde 1965 hasta 1982.

El guion nos cuenta el auge (de momento) del Imperio de Trigan, desde que era una tribu básicamente bárbara, hasta que se conforma como Imperio. El planeta Elekton, está dividido en 8 vastos continentes; en el continente de Victris (el más importante) está el país de Vorg, en el cual existen tribus nómadas; una de ellas está liderada por tres hermanos, Brag, Klud y Trigo (de este último tomará nombre el futuro Imperio). Esta diversificación en el propio planeta, y más concretamente en el continente principal, dará pie a que el autor nos presente diversas civilizaciones, en diferentes grados de evolución tecnológica, coexistiendo las tribus bárbaras -o civilizadas, pero con poco desarrollo tecnológico-, con otras con naves aéreas, armas ultraavanzadas, etc.

Asimismo, para los diversos países/reinos/civilizaciones el autor toma como referencia civilizaciones preexistentes en nuestro mundo, como la romana (como se puede ver en la propia portada, la base para el Imperio de Trigan, en la que se combina una estética romana con naves aéreas surcando los cielos), la persa, la bizantina, etc. No solo toma referencias para los atuendos y la organización, sino que en algunos casos las referencias llegan a ser casi calcadas a las originales (otra vez más acusado en el de Trigan). Es un poco (y ahora entraré en ello) similar a las aventuras de Flash Gordon de Alex Raymond en el planeta Mongo, en el que se encuentra con diferentes culturas, civilizaciones, razas, etc. En la que nos ocupa no es tan acusado como en la obra de Alex Raymond, y las diferentes civilizaciones que nos vamos encontrando son básicamente humanas, en diferentes grados de civilización/tecnología y basados en, como decimos, Roma, Bizancio, etc; muy diferente a las aventuras de Flash, en las que aparecen los hombres halcón, los hombres tiburón, los hombres león, el reino helado de Frigia, el arbóreo de Arboria... presentes en las aventuras que el héroe tiene en el planeta Mongo. Similares, pero no iguales.

El ritmo semanal de estas publicaciones, como ya hemos dicho en otras reseñas de la línea Albion, hacía que las aventuras fueran frenéticas, que los autores se esforzaran en poder continuar el ritmo, intentando que la atención de los lectores no decayese en ningún momento; como también hemos comentado, esto era una seria dificultad pues los autores se encargaban de varias series semanales. En este caso la amplitud de civilizaciones, las diferencias entre todas ellas, así como la propia historia del Imperio Trigano (o de Trigan) y de sus habitantes, hacía que el guionista tuviera a su alcance posibles un buen número de historias para poder llenar páginas y más páginas con fascinantes aventuras. Es decir, el vasto escenario creado, así como sus ocupantes, permite diversificar las historias; porque no solo se trata de las vicisitudes del Imperio, sino que muchas veces la trama pasa a ocuparse de algunos de los personajes principales que son bastantes y muy bien desarrollados. Evidentemente, en alguna ocasión la trama flaquea, las historias pueden llegar a pecar de un poco, tal vez, simplistas; pero como vengo diciendo, la excelencia del dibujo hace que devoremos casi con ansia las historietas. De todas maneras, tengamos en cuenta que esa valoración sobre algunas historias la estamos realizando desde la perspectiva de un recopilatorio en la segunda década del siglo XXI; pero pongámonos en el lugar de los jóvenes que, semanalmente, saboreaban estas y otras aventuras en las revistas juveniles de los años 60, lo que debió significar para ellos si nosotros, casi 60 años después, aún nos deleitamos con ellas.

Ese primer volumen contiene las historias completas:

- Victory for the Trigans / La victoria de los triganos
- Crash In The Jungle / Accidente aéreo en la selva
- Elekton In Danger / La luna errante
- Invaders from Gallas / Los invasores de Gallas
- The Land of No Return / La tierra sin retorno
- The Lokan Conspiracy / La revuelta de los lokanos
- War With Hericon / Guerra en Hericón
- Revolution in Zabriz / Revolución en Zabriz
- The Lokan Invasion / La invasión lokana
- The Revenge of Darak / La venganza de Darak
- The Three Aliens / La invasión alienígena
- The Reign of Thara / El reinado de Thara

Además de la introducción de Liam Sharp y un prólogo (situado, curiosamente, al final del volumen), así como una serie de artículos, profusamente ilustrados, sobre los "constructores" de Trigan; el editor Leonard Matthews, el guionista Mike Butterworth y el ilustrador Don Lawrence.

Pues con todo lo dicho, añadiendo también la excelente labor de Dolmen a la hora de publicar este volumen, no me queda más que deciros que la voy a puntuar con un 9'5; no lo hago con un diez por un par de fallos de "raccord" que he detectado, tanto en guion como en dibujo, pero que solo valen para esta valoración, sin desmerecer en nada más el conjunto.

J. Javier Arnau