El Golem

Opinión:

"El Golem" es una de las novelas más conocidas de Gustav Meyrink, autor nacido en Viena, en 1868 (Imperio Austro-Húngaro), e interesado en el mundo del Ocultismo, la Cábala y el esoterismo. En esta obra se trata, como su título indica, el tema de El Golem, la criatura de barro creada por un rabino judío, y dotada de vida por medio de la cábala para defender a los judíos. Pero que se escapa al control de su creador y provoca una serie de catástrofes; es recluida finalmente, pero cada 33 años escapa de su prisión, sembrando la muerte y la destrucción.

Bien, en realidad este podría ser el argumento, pero en la novela de Meyrink esto queda como una anécdota, como una leyenda del barrio judío; cada 33 años, algo sucede en dicho barrio que transforma a las personas, y la misma atmósfera del lugar parece cambiar, alterando a todos sus habitantes. En realidad, la presencia del Golem es intuida, tal vez ficticia, creada por esa misma leyenda que le hace "aparecer" cada 33 años. La novela se desarrolla en un ambiente crepuscular, onírico, en el que en ningún momento sabemos muy bien qué está pasando, al igual que le sucede al protagonista, Athanasius Pernath… o a ese otro que tal vez sea él, o tal vez no, separados por más de 30 años de distancia (33, para ser más exactos…).

En ese ambiente recargado de magia, de esoterismo, de una atmósfera crepuscular, se darán historias de venganza, de odio, de amor, de asesinatos, leyendas... Todo ello, como decimos, imbuido de esa extraña atmósfera que rodea al gueto judío de Praga cada 33 años; pero al mismo tiempo, tal vez todo sea un sueño… dentro de otros sueños, en el que nadie, ni nosotros ni los personajes que por la novela se mueven, saben muy bien qué es real y qué no. Incluso el personaje de Athanasius esconde un secreto que ni él mismo conoce, pero que sí conocen sus allegados; poco a poco se irá haciendo la luz para él, pero otros misterios se le presentarán, por lo que nunca terminará de comprender su propia vida y lo que en ella le ha acontecido, y le está aconteciendo. O tal vez todo eso le esté aconteciendo a ese doble que cree vislumbrar de vez en cuando escondido entra las sombras y que, quizás, sea el verdadero protagonista de la novela… pero en otra época y en otros tiempos.

En esta novela repleta de símbolos (oníricos, cabalísticos, trágicos…) el Golem puede simbolizar el inconsciente de los habitantes del gueto judío y, tal vez por extensión, el de la humanidad. Un inconsciente dormido, que despierta cada cierto tiempo y que, en vez de desarrollarse para lo que en esencia fue concebido, escapa de sus grilletes y arrolla con todo lo establecido hasta que finalmente es dominado de nuevo y vuelve a su "sueño" en el subconsciente colectivo. A la vez, puede encontrarse una crítica a las personas que viven la vida como autómatas (El Golem), sin casi ser conscientes de la misma, a veces en contra de su propia voluntad, dejándola pasar sin intentar cambiar su sino (el propio Athanasius Pernath). Con todo ello, la novela, más allá de toda la simbología comentada, puede ser contemplada como una crítica al hombre, y la sociedad "moderna" (en el momento de su escritura, claro está).

En resumen, una novela algo difícil, con varios niveles de lectura, en la que la acumulación de simbologías, atmósferas oníricas, giros en la trama pueden llegar a entorpecer su seguimiento pero que, por otro lado, una vez superados estos escollos, nos sumerge en una lectura hipnótica, repleta de detalles… y muy inquietante.

J. Javier Arnau