El Fascio de Las Ramblas

Opinión:

Si bien el fascismo en España se ha asociado a la aparición del movimiento falangista en 1933 y a las previas Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma, los autores de "El Fascio de Las Ramblas" sitúan el horizonte de su estudio algo más atrás. Xavier Casals Meseguer, profesor de Historia Contemporánea en la Universitat Ramon Llull, y Enric Ucelay-Da Cal, catedrático de Historia Contemporánea en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, han unido con excelentes resultados sus líneas de investigación: la evolución histórica de la ultraderecha, por un lado, y las conexiones entre el nacionalismo peninsular y ciertos acontecimientos latinoamericanas, por otro. De esta forma, ambos autores proponen en este ensayo una hipótesis novedosa, según la cual el fenómeno fascista tuvo sus raíces en Cuba y se configuró por vez primera en la península en Barcelona entre 1919 y 1923, con eco hacia Madrid entre fines de 1922 e inicios del año siguiente. Para sustentar esta teoría, los autores analizan la Capitanía de La Habana, tercera ciudad más importante de la España de esa época tras Madrid y Barcelona. En dicha Capitanía se produjo una concentración de poder por parte de su titular, hasta el punto de convertirlo en un auténtico virrey de la isla con el apoyo de las élites propeninsulares, así como de una milicia civil que las citadas élites promovieron y lideraron, el llamado Cuerpo de Voluntarios. De esta forma, se opusieron a toda reforma en la isla que alterase el 'statu quo', así como a los levantamientos separatistas.

Una vez ocurrido el desastre de 1898, esa pauta de ocupación castrense del poder civil de la Capitanía cubana se exportó a la península, concretamente a Barcelona, donde los militares, procedentes de ultramar. creyeron hallarse ante las mismas amenazas: el separatismo -por el catalanismo emergente- y la revolución -por el temor al movimiento obrero-. Entre 1919 y 1923 se constituyó una auténtica Capitanía cubana en Barcelona, bajo las órdenes de los generales Joaquín Milans del Bosch y Severiano Martínez Anido, quienes ocuparon el Poder Civil con apoyo de las élites locales y de una milicia auxiliar: la Liga Patriótica Española y el Somatén, a los que pronto y para luchar contra las acciones de la CNT se sumaron otros grupos, al principio parapoliciales ("la banda negra") y, a partir de 1920, también el Sindicato libre. Estos grupos y la LPE confirmaron lo que los autores denominaron "el Fascio de Las Ramblas".

Tras examinar pormenorizadamente los acontecimientos previos al golpe de estado de Miguel Primo de Rivera y la extensión de los movimientos fascistas al resto de la península, los autores reúnen al final del libro dos anexos de sumo interés para el lector interesado en la historiografía. El primero de ellos contiene una exhaustiva relación de Capitanes Generales de Cataluña, Jefes de Gobierno de España y Gobernadores Civiles de Barcelona, idónea para consultar a lo largo de la lectura del ensayo. El segundo anexo, en cambio, reúne una excelente selección de textos que constituyen verdaderas fuentes primarias para el estudio de los temas tratados; algunos de estos textos corresponden a voluntarios de La Habana; otros, atestiguan la afrenta del Correo Militar contra el catalanismo, y también se incluye la Hoja Volante que anuncia la constitución de la Liga Patriótica Española, o el Primer Manifiesto del Sindicato Libre, así como el Manifiesto de creación de La Traza. Así pues, "El Fascio de las Ramblas" ofrece información de gran relevancia, bien documentada y expuesta de forma amena, para demostrar las tesis que defienden los autores acerca de los orígenes catalanes del fascismo español.

Darío Luque