El Contador Mayor de la Catedral

Opinión:

A través de los apuntes que aparecen en los libros de contabilidad de la época, propiedad de la catedral de Sevilla, el autor crea un relato de ficción a partir de los escasos datos biográficos del sacerdote Juan Bautista de Herrera. Poco sabemos de su infancia, así que nos situamos en Sevilla, hacia el año 1640, para conocer un personaje bondadoso, amable y justo en su trabajo como contable; de esto último queda constancia en las doctrinas que fue apuntando en los libros de cuentas y sus lecciones acerca del espíritu de la contabilidad, que sirvieron a posteriori para el estudio tan básico y fundamental como es el de la doble anotación en la contabilidad moderna.

Los primeros episodios del relato tienen por objeto dar a conocer las diferentes tareas en las que trabajó en el Hospital, en todo lo referente a las compras para dar de comer a los pobres que acudían a los diferentes centros en Sevilla. A modo de pequeñas aventuras, el autor tira de humor para ofrecernos alguna transacción como la cata para el suministro de vino, una labor que comparte con su despensero Juan Escobar, quien aporta muchos de los momentos divertidos que hay en el relato.

Otro aspecto de esta reconstrucción del personaje es el alto contenido de aventura que recorre sus páginas, como cuando salva de un atraco a un hombre de Dios sin saber que estaba ayudando al nuevo arzobispo Agustín Spinola, lo que le valdrá en un futuro, al ser nombrado Contador Mayor, para solucionar muchas de las zancadillas que se irá encontrando cuando investigue casos de corrupción al descubrir errores contables y otros abusos dentro de su jurisdicción.

Sus nuevas ocupaciones, nos adentrarán en las diversas fuentes de financiación de la Iglesia en Sevilla, que incluyen el cobro de alquileres de varias viviendas, de los diezmos en las subastas de mercancías o de los impuestos derivados de múltiples actividades; sin olvidarse de la recaudación de las diócesis o revisar las cuentas de las parroquias a su cargo.

En esta nueva etapa es donde nos encontramos con una trama que surge del relato y que no es otra cosa que un giro lleno de intriga del que poco puedo desvelar, salvo que si algún episodio anterior se había vivido como una aventura con sus anécdotas y picaresca española aquí nos adentramos en una situación en la que me he encontrado animando a Juan Bautista a ir un paso más allá, un destino al que otros personajes le han empujado; como el de la portuguesa Beatriz de Castelo, quien a partir de realizarle una consulta acerca de un caso de usura comienza a mantener una correspondencia en la que poco a poco van aflorando los sentimientos

En conjunto, la novela va de menos a más, con una parte de corte biográfico dentro del escenario histórico de la Sevilla del siglo XVII, donde se nos muestra desde los aspectos más costumbristas de la época a diversas tramas políticas y conspiraciones en torno al rey Felipe IV; con otra de más acción que cumple con el requisito de entretener que tiene toda novela de aventuras que se precie.

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