El camino infinito

Opinión:

Dijo en una ocasión Julio Cortázar: «Cuando yo abro un libro lo abro como puedo abrir un paquete de chocolate, o entrar en el cine, o llegar por primera vez a la cama de una mujer que deseo; es decir, es una sensación de esperanza, de felicidad anticipada, de que todo va a ser bello, de que todo va a ser hermoso».

Así me sentí yo cuando me adentré en este increíble libro iniciático, un libro al que recorrer al igual que se transita una senda sagrada, porque de eso va "El camino infinito"... de caminos, senderos de descubrimiento. Y sobre todo... es un libro que permite confrontar nuestros opuestos, nuestras dudas, que los ángeles y demonios que nos habitan puedan mirarse a la cara y librar la pulseada del equilibrio. El viaje introspectivo permite el autoconocimiento que lleva al equilibrio interior, nuestro personaje está en busca de ello ¿lo encontrará? Comentaros que en las primeras páginas veréis una ilustración antigua en blanco y negro del juego de la Oca. 

Una historia de amor y magia que arranca en la ciudad de Jaca, en el agosto del año 1984. Dentro de la catedral se encuentra Gabriel pidiéndole un milagro a Dios para su mujer Vega. Mientras, afuera, le espera un misterioso personaje con un perro que le ofrecerá a Gabriel un cuaderno que esconde en su interior la fe que tanto ansía. La narración seguirá en la misma ciudad, pero en el agosto del 2019. Hasta aquí llegó nuestro protagonista Noé, un peregrino huyendo de sí mismo. Todo cambiará en su vida cuando en la biblioteca del albergue encuentre un cuaderno y una carta que pertenecieron a Gabriel y Vega. A partir de ese momento se encariña con esos personajes que pasaron por allí hace ya treinta cinco años. Necesita saber qué fue de ellos. Tras sus pasos, comenzará el Camino de Santiago siguiendo, entre otros itinerarios, el marcado por el famoso Juego de la Oca, porque el Camino de Santiago y el Juego de la Oca, y la Oca misma como símbolo, están íntimamente emparentados y funcionan a un nivel casi alquímico de simbiosis metasimbolista. ¿Localizará las huellas de aquel matrimonio y su perro? y ¿Quién observa a Noé desde las sombras?

Junto a Noé conoceremos a otros peregrinos, destacando un periodista pícaro con no muy buenas intenciones y a la enigmática Daniela. Historias dentro de la propia historia. El protagonista en su búsqueda funge de narrador y de poeta, sus palabras enseñan y a la vez encandilan. Conocerá gente interesante, por cuyas voces sabremos de historias, leyendas que callan más que lo que cuentan, del loco de la carta del tarot, de la ruta del otro Grial, del Temple. ¿Qué tiene que ver Egipto con el Camino? 

Luis Mariano Fernández narrará con la voz de un experto en esa ruta y también con el corazón de un amante del Camino de Santiago. Junto a Noé recorreremos tierras aragonesas, navarras, riojanas, castellanas... maravillándonos con los paisajes y los colores cambiantes del cielo. Nos hará sentir los misterios que encierran las piedras talladas, el pasado de los templarios, catedrales y misteriosas logias... aunque más allá de eso, lo que desea que entendamos es que la magia determina los sucesos del camino, un lugar de vivos y de muertos.

No, no es una novela más de peregrinaje, aquí hay un trasfondo de amor a la vida, que revela secretos a todo el que esté dispuesto a escucharlos. Buscando, siempre buscando algo que tal vez ya llevemos dentro nuestro. El autor, entre palabras, nos grita que no se trata solo de ponerse a caminar. De nada sirve eso si no lo sientes, porque el camino es la vida misma, aunque su recorrido nos enseña que hay dos muertes que superar. 

Me ha encantado, me ha emocionado. Julio Cortázar tenía razón, historias hermosas es lo que esperas hallar cuando abres un libro.

Violeta Lila