El autobús de la miel

Opinión:

Meredith May nos trae una novela llena de sentimientos, emociones y realidad. Con una escritura entretenida, y muy amena, nos cuenta la dura infancia que ha tenido.

La autora, Meredith, es la protagonista de la novela. Con sólo 5 años, sus padres se divorcian, y con una madre ausente, deprimida, creando su propio mundo, encerrada continuamente en la habitación, queda al cuidado de sus abuelos junto a su hermano pequeño Matthew.

En "El autobús de la miel", Meredith nos narra cómo intenta encajar en un pueblo nuevo, en un colegio nuevo. Cómo intenta hacer reaccionar a su madre, y no obtiene más que rechazos. Cómo su abuela se pone del lado de su madre. Cómo se encuentra sola, y lo duro que es para una niña pequeña ver cómo su familia se rompe, y no tener ningún apoyo. Sobre todo, en más de una ocasión, no entender lo que ocurre, el por qué del divorcio, de que su madre esté así, de que su padre no vaya a verlos.

Cuando menos lo esperábamos, la autora nos demuestra que no todo está perdido, y que en este caso algo a lo que muchos tememos, como las abejas, empiezan a ser para ella lo más importante.

Su abuelo, apicultor, le enseña día a día algo nuevo: la organización de las abejas, el trabajo de cada una, la importancia que tiene que mantengan un orden, que sean leales al enjambre, que cuiden unas de otras... todo lo que en una familia encontramos, trasladado a un panal de abejas.

Para Meredith, los ratos que pasa con su abuelo ayudándolo en las colmenas, en el famoso autobús de la miel, recolectando y embotellando la miel, son muy valiosos. Esos momentos, es lo que le ayudan a sobrellevar día a día, a sobrevivir y poder en cierta manera, entender un poco más de la vida. Además de la importancia que tienen las abejas en la naturaleza y en nuestro mundo. La enseñanza, de que sin abejas no hay comida, que están en peligro y que las tenemos que cuidar y salvar, hace que veas detalles que hasta ahora pasaban un poco más desapercibidos.

Es una lectura muy dura, pero que por desgracia puede estar a la orden del día en niños con padres divorciados, y que al igual que Meredith, tienen que elegir ,y quizá lo más fácil no es siempre lo mejor.

No nos podemos olvidar de su hermano pequeño, Matthew, pero que en cierta manera durante toda la novela, pasa más de refilón. Era muy pequeño cuando ocurrió todo, y lo vivió de otra manera. En algunos momentos se han tenido que cuidar mutuamente, lo que los ha unido más a medida que iban creciendo. Una infancia también dura, y que en parte me habría gustado poder leer algo más sobre él y su percepción de las situaciones, más su punto de vista y sus vivencias.

Durante la novela, encontramos partes muy detalladas sobre las abejas, la crianza, el cuidado, la reina, los zánganos y todo lo que envuelve ese mundo. No se hacen para nada pesadas de leer. Al contrario, a mí me ha gustado conocerlo algo más, ya que aunque tengamos ciertos conocimientos de cuando hemos estudiado, descubrimos otros aspectos que no son tan comunes de saber.

El final me ha encantado, me ha emocionado mucho y entendemos el por qué de muchas reacciones de la madre, que aunque no las apoyemos, tienen una base oculta y oscura para explicar lo ocurrido.

En resumen, una novela dura, emotiva, real y que no nos deja indiferente. Yo he disfrutado y sufrido su lectura. Es inevitable sentir las dos cosas cuando avanzamos página a página.

Vane Gómez