El asesino de la montaña

Opinión:

"El asesino de la montaña" es la primera entrega de la serie "Unidad de Casos Perdidos", de Anders de la Motte, y ha sido publicada por la editorial Planeta.

La denominación oficial de esa unidad es otra, "Departamento de Recursos", que es como no decir nada, así que la otra tiene más gancho, además de completarse con algo más, que no sale en la portada para evitar malentendidos: "Unidad de Casos Perdidos y Almas Errantes", aunque esto último, tanto podría aplicarse a algunos casos, como a los propios integrantes del departamento, que han sido apartados de sus adscripciones originales por problemas varios, junto con choques con la estructura jerárquica del cuerpo policial, de los que han salido perdiendo, como es el caso de Leo Asker, que será ahora la jefa, aunque temporal, del departamento.

La narración, aparte de presentar al secuestrador al principio en una especie de prólogo y seguir luego detalles relevantes de su vida anteriores al momento presente, sigue el ritmo de los acontecimientos, indicando el día de la semana al inicio de cada serie de capítulos, encabezados cada uno con el nombre de quien será protagonista en las páginas siguientes, a excepción del secuestrador, que desde el principio es denominado como "El rey de la montaña", con esos retazos de su pasado primero y del presente después, aunque sea otra denominación la que aparezca en la novela.

Mientras avanza la trama, hay unos interludios de Lea Asker, donde van desfilando algunas escenas de su vida de adolescente, ya sea la relación con alguna amistad o cómo era vivir con su padre, del que no guarda buenos recuerdos.

En cualquier caso, la narración siempre es en tercera persona y enfocando el desarrollo de la escena desde el punto de vista protagonista, desfilando por ahí los personajes principales, incluida la joven secuestrada.

Aunque sea fácil sentir empatía por Leo Asker, eso no quita que ella misma se comporte en ocasiones de la misma manera que recrimina en sus subordinados; además el rencor que mantiene con quien se ha hecho cargo de la investigación la lleva a cometer diversas irregularidades, incluso a valorar si aporta lo que ha conocido a la investigación del secuestro o se lo guarda para ella, más que para demostrar su capacidad, que la tiene en abundancia, para restregárselo a quienes la han apartado a un rincón del sótano.

Tal vez sea también que ese mismo comportamiento, es el que muestra una persona con las suficientes sombras para construir un personaje creíble, al igual que ocurre con varios personajes más, que anteponen sus propósitos personales y obvian, si no es que les resulte beneficioso, al trabajo en común y a colaborar con el grupo.

Tal como se presenta, "El asesino de la montaña" es un thriller angustioso, con un ritmo frenético que no da descanso y con una historia que se percibe construida con total realismo, ofreciendo una lectura de lo más satisfactorio, dejando con muchas ganas de que llegue la próxima entrega de esa "Unidad de Casos Perdidos", que promete muchos alicientes y sorpresas.

Selin