El arte de contar un cuento

Opinión:

Llevo siete años trabajando en animación y mediación a la lectura y contando cuentos a diario. Así que cuando vi este libro, dije: "¡para mí!". Lo que, sinceramente, no me esperaba es que me fuera a aportar tanto.

El (no se si llamarlo) subtítulo que aparece en portada te puede ayudar muy fácilmente a saber si este libro es para ti. Dice: "Una herramienta útil para padres y docentes que se inician en la apasionante aventura de contar un cuento y necesitan saber qué cuento, cuándo contarlo y cómo hacerlo para convertirlo en una auténtica ventaja de aprendizaje". Y aunque muy gráfico y descriptivo, se queda corto. Porque en este ensayo hay mucho más que eso.

Hay una investigación muy completa y enjundiosa sobre lo que significa contar un cuento y, sobre todo, sobre los beneficios de contar un cuento. Y eso es lo que más me ha gustado: más allá de establecer una tipología de cuentos (que la hay) o de dar algunas pautas para la narración (que también figuran entre sus páginas), este ensayo de José Carlos Aranda ofrece muchísimo sustrato científico para explicar qué efectos provoca el cuento en la mente de un niño.

Y no son pocos: desde enseñarle comportamientos esperables si uno quiere ser aceptado en sociedad, hasta fomentar su capacidad de concentración, escucha, comprensión y, por lo tanto, aumentar su rendimiento escolar; pasando por expandir su raciocinio y sus posibilidades expresivas y de pensamiento.

Pero, encima, los cuentos tienen una ventaja radical: enorme capacidad para seducirnos, para embaucarnos, para meternos de lleno en un mundo irreal cuyas enseñanzas, sin embargo, nos sirven totalmente para la realidad. La identificación que sentimos con los personajes, las emociones que nos suscitan sus aventuras, la desazón que nos causan sus miedos… Leer en cuento es como vivirlo, como estar en el mundo que refleja. De tal manera que podemos extraer los mismos aprendizajes que los personajes pero sin exponernos a los peligros que ellos han de superar.

De todo esto (y de mucho más) habla este libro que recomiendo al cien por cien. Y no solo lo recomiendo a padres, madres o docentes. También lo recomiendo a cualquiera que disfrute profundizando en las historias y descubriendo el poder terapéutico y de crecimiento que encierra la literatura.

Lidia Casado