El almuerzo del forense

Opinión:

"El almuerzo del forense" es la primera novela de la extensa serie, dieciséis títulos por ahora según me han dicho, protagonizada por el doctor Siri Paiboun, a quien han nombrado forense nacional de Laos, aunque a su pesar, puesto que, a sus 72 años, lo que él preferiría es disfrutar de una tranquila jubilación tras los años de trabajo.

Esta novela, publicada por su autor, Colin Cotterill, en 2008, podemos disfrutarla ahora en español por medio de Amok Ediciones, que ha incluido al autor en su catálogo, comenzando por este primer título de la serie, que ha sido publicado en septiembre de 2022 y que he leído ahora con fruición, siempre atento a las vicisitudes de la historia.

La trama de "El almuerzo del forense" se sitúa en la época de la transformación política de Laos, que pasó de ser una monarquía a reformarse en una república de signo comunista. Tal como avanza la narración, es muy fácil situarse en tiempo y lugar, pues los comentarios y las explicaciones, sobre cómo la nueva situación influye en la vida cotidiana, están muy bien hilvanados, formando una parte más de la historia, igualmente importante junto con las aventuras del doctor Siri Paiboun.

Como es de suponer, uno de los escenarios más característicos es la morgue, que no es nada más que unos cubículos de hormigón en los terrenos del hospital, con una dotación de medios bastante exigua, de lo que una muestra es una frase del protagonista, que lo compara al "matadero" de un mercado.

Allí es donde podrá realizar las autopsias y contará con la colaboración de dos asistentes: Dtui, una enfermera que llegó un mes antes que él y cuya oronda presencia no cuadra con el canon de belleza desnutrida recomendada por el nuevo régimen, y Geung, un voluntarioso y aplicado empleado con síndrome de Down, lo que no le impide haber memorizado todos los protocolos de las autopsias, por lo que es de gran ayuda al doctor a la hora de realizarlas.

Por toda la novela se deja ir una genuina vena de humor negro, de la que el doctor Siri Paiboun es digno representante, junto con algunos otros personajes cercanos a él y su modo de ver las cosas, lo que confiere un marcado contraste con el talante serio y normativo que se ha instalado con las directrices del nuevo gobierno.

Tal vez extrañe esa referencia a las muertes con toque sobrenatural del argumento, pero lo cierto es que, fuera de las ciudades y lejos de las consignas políticas, mucha gente continúa con sus creencias y costumbres ancestrales. Igualmente, no es algo que resulte extraño al forense, acostumbrado a ver en sus sueños las presencias de los muertos que tiene en la morgue.

Lo cierto es que esta novela me ha cautivado. He disfrutado de principio a fin con la lectura de "El almuerzo del forense", tanto con las intrigantes y variadas peripecias del doctor Siri Paiboun, como con sus salidas de tono, secundadas por sus amigos y colaboradores, que también se hacen un hueco en el ánimo del lector, como me ha pasado a mí, que la sonrisa se me queda junto con el recuerdo de sus aventuras.

Selin