Dorado, violeta y verde menta

Opinión:

"Dorado, violeta y verde menta" es la nueva novela de Marta Santés, de quien ya he reseñado anteriormente "Retrato de una piel desnuda" y "Recuérdame, Alice", y que, al igual que las anteriores, también ha sido publicada por el sello editorial Titania.

En esta ocasión, las sensaciones han ido por fases, desde un principio muy interesante, seguido de emociones muy intensas y gratas durante la mayor parte del libro, hasta llegar a una parte final que me dejado desangelado.

Ahí es donde me he encontrado una especie de "diabolus ex machina" que estropea todo lo que había sentido hasta ese momento, con la guinda de un final que no es un final, sino que es un brutal salto al vacío, una pasarela hacia una segunda entrega sobre la que no tenía ni idea, pues en el libro no se advierte en ningún momento que forma parte de una serie.

Y es una lástima, porque mientras leía, con una inocencia parecida a la de Zel, la protagonista, disfrutaba sobremanera, como me ha ocurrido en muy pocas ocasiones, con sensaciones iban mucho más allá de una consideración o de una creencia; eran emociones que entraban en el alma, que llegaban a aturdir.

Tanto es así que cada poco tenía que detener la lectura, aunque fuese un momento, un minuto tal vez, para que pudiese centrarme de nuevo, para volver a entrar y disfrutar de nuevo con toda la atención puesta en una historia que al final me ha decepcionado.

Ha sido así, me ha decepcionado ese final que no es tal, sino un simple "continuará" y también, sobre todo, la introducción de unos elementos que, en mi opinión, estropean la historia, llevándola hacia unos escenarios que no tienen nada que ver con lo que había hasta entonces.

Supongo que en mi opinión han pesado mucho las extraordinarias sensaciones que había tenido mientras leía la novela, que se me han chafado por completo al final, aunque también considero la posibilidad de que esa forma de concluir el libro resulte atractiva para otras personas, que de esa manera podrán disfrutar de una grata experiencia lectora.

Selin