don picoco de los cerros
Título: don picoco de los cerros
Título Original: (don picoco de los cerros, 2010)
Autor: Francisco Casas Delgado
Editorial:
Alfar
Copyright: Prólogo de Jaime Rodríguez Sacristán
1ª Edición, Septiembre 2010
ISBN: 9788478983544
Etiquetas:
comida
dieta
gastronomía
libro de viajes
literatura de viajes
novela
receta
Argumento:
Acompañado de un escribano y del mítico Sancho Panza, don Picoco recorre algunos parajes de España. Degusta la gastronomía autóctona y allá por donde pasa va dejando sus exquisitas recetas. Con El Quijote en la mano se propone probar que la cocina de su tierra, el Alto Guadalquivir, es muy semejante a la que degustaba el hidalgo en las páginas del clásico de Cervantes.
Opinión:
Este no es el primer libro de Francisco Casas Delgado y se nota. Atreverse a tomar de referencia una obra como El Quijote y estar a la altura solo está en la mano de un escritor que tenga mucho oficio. Este lo tiene. Para demostrarlo mete en el mismo puchero la obra de Cervantes y la cocina de su tierra, Jaén, y nos lleva por una novela que es también ruta gastronómica, libro de viajes y homenaje al ingenioso hidalgo. No se puede pedir más. Partiendo de la lectura de la novela el autor extrae las citas que se refieren a la comida y va viajando por lugares como Asturias, A Coruña… pero sobre todo por Jaén para demostrar que los platos que aparecen en ese libro son muy semejantes a los de la zona del Alto Guadalquivir.
Treinta y tres capítulos tiene la obra. En ellos don Picoco nos muestra su buen hacer entre los fogones recorriendo muchos rincones de la geografía española acompañado del bueno de Sancho Panza y de un escribano. Pero además de hacernos disfrutar de la buena comida y los paisajes, este trío también nos lleva a conocer sus aventuras que son el argumento de la novela.
Interesante libro que estimula los sentidos. La vista se complace en la geografía y el gusto y el olfato en los placeres de la buena mesa. Es en la descripción de los platos donde el autor se recrea y nos hace degustar y hasta olfatear los manjares que propone. Su prosa rememora el estilo de la literatura clásica. Sus personajes son muy humanos y reales. Hasta ese Sancho que llega del siglo XVII a nuestros días se adapta perfectamente a la trama y no es nada fácil traer a un personaje de hace más de tres siglos con su idiosincrasia y hacerlo encajar. Un plato para saborear sentadito en cualquier lugar o para embarcarse con él en la ruta que don Picoco propone, cual guía de viajes muy poco al uso pero mucho más completa y entretenida que las habituales.
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