Después de la guerra

Opinión:

En la avalancha constante de thrillers que pueblan las librerías, el lector que gusta del género tiene que andar fino a la hora de elegir, porque como en toda moda hay muchísimo gato por liebre. Un poco de sangre, una foto de una pistola o un cuchillo y ya tenemos un thriller listo para el consumo.

Con Hervé Le Corre, sabemos que detrás hay un autor solvente del que la misma editorial ya ofreció en 2020 la entrega titulada "Bajo las llamas". A sus 66 años, demuestra vigor entregándonos esta historia sobre la difícil cicatrización de las heridas abiertas por la Segunda Guerra Mundial en Burdeos, su ciudad. En las entrevistas de promoción del libro demuestra una pasión sin límites por esta localización, aunque sea para buscar en los pozos negros de su historia.

La novela arranca con un sangriento interrogatorio en el Hôtel Les Voyageurs, unos policías corruptos intentando sacar información a un individuo con una tremenda paliza. Los años cincuenta son retratados como un tiempo sórdido, despiadado. Policías que fueron colaboracionistas con el nazismo, corruptos de distinto pelaje, delincuentes comunes… al final sacamos la conclusión de que la guerra nunca termina, de que una violencia llama a otra violencia sin que se pueda hacer mucho por detenerla.

También aparecen en las páginas de "Después de la guerra", como curiosidad, exiliados españoles de la Guerra Civil, que hacen un camino eterno huyendo de nuestro conflicto y que encuentran no pocas dificultades para seguir viviendo en su nuevo país. La trama está construida en gran parte sobre venganzas personales, o mejor dicho, sobre la tensión que se produce entre lo personal y lo colectivo, la fuerza de la historia y la del individuo.

Le Corre fue profesor durante toda su vida activa, y creo notar un deje de didactismo en lo que escribe. Le interesa que entiendas la época, aparte de seguir la historia que nos ha preparado. Más que un pasatiempo es una obra bien asentada en la historia, que siempre sabe de lo que habla, que escarba en un pasado reciente que muchas personas quisieron silenciar demasiado pronto.

Rafael Ruiz Pleguezuelos