Crónica del último invierno

Opinión:

La Transición está empezando a tener un peso cada vez más importante a nivel literario; tanto en el terreno de las obras de ficción como en las de no ficción algo que me parece muy positivo ya que permite conocer un poco más este periodo de la Historia de España. La novela de Luis Quiñones, "Crónica del último invierno", es un buen ejemplo de ello. Ha sido publicada por la editorial Bohodón Ediciones.

En líneas generales, me ha parecido una novela muy buena aunque tiene un inconveniente que, me da la sensación, va a restarle lectores: los párrafos carecen de punto y aparte. Todos los capítulos son un párrafo continuo en los que tampoco hay una separación que diferencie los diálogos (muy escasos también) del puro párrafo. Ello obliga a estar muy atento a la lectura puesto que, a la mínima distracción, te pierdes, ya que por otra parte están llenos de información. Esta no la considero negativa, como historiadora me ha parecido muy interesante, pero reconozco que es otro hándicap porque hay momentos en los que desvía la atención de la trama principal y puede dar la sensación de que es paja, que sobra.

"Crónica del último invierno" es una novela que navega entre lo político y el thriller. La trama principal gira en torno a la desaparición de Enrique Muñoz, un joven del que se pierde la pista la noche del 24 de enero de 1977. No es un día cualquiera, sino que es la fecha en la que asesinaron a los abogados de Atocha. ¿Está relacionado Enrique con ello? El misterio e intriga aumentan cuando, años después, el periodista Miguel Suárez recibe una carta que contiene una fotografía en la que aparece un hombre que es Enrique Muñoz. A lo largo de toda la novela acompañaremos a Miguel Suárez en la investigación que realiza. No va a ser una investigación sencilla sino todo lo contrario: a medida que avanza, aparecen nuevos datos y personajes que van enredándola hasta el punto de que, el lector, llega a contagiarse un poco de esta sensación de estar ante un callejón sin salida que siente Miguel Suárez. Esta sensación aumenta para él, cuando aparece en escena Martín Bosque, un escritor, que desaparece también en extrañas circunstancias y, en cuya desaparición, tendrá que ver Enrique Muñoz.

Entre la trama y la forma en la que está escrita, la verdad es que es una novela que no lees relajada sino todo lo contrario. Te contagia la atmósfera agobiante que tiene muchas veces, esa sensación de angustia por no avanzar en la investigación, por no descubrir qué es lo que le ocurrió a Enrique Muñoz. Y esto hace que el ritmo de la lectura se ralentice. Es una novela lenta.

Paralelamente, como trasfondo, están la Transición y los años más duros de la misma: 1977-1980. A pesar de que Franco ya ha muerto aún hay mucha crispación y no todos aceptan los cambios. La descripción, los datos históricos que aporta Luis Quiñones son impresionantes. Antes he comentado que la información que da al respecto es numerosa. Personalmente, no me ha molestado pero entiendo que, puede que a algún lector le parezca excesiva.

"Crónica del último invierno" ofrece unos personajes muy reales. Enrique Muñoz y Miguel Suárez son los protagonistas. Este último es un periodista ya mayor para quien esta investigación puede ser la última. Me gusta la forma en la que se involucra, como a pesar de su edad, no se acobarda y está dispuesto a llegar hasta el final. Es un personaje creíble, lo mismo que el de Enrique Muñoz..

Luis Quiñones es un buen escritor. Creo que, a pesar de lo que he comentado de cómo ha sido escrita, hay que leerla más que nada por esa lección que da sobre la Transición y que es uno de los puntos más interesantes de la novela.

Ysabel M.