Condenados relatos: Más mala vida

Opinión:

Estos relatos están condenados, y hablan de condenados. Carlos Quílez nos embarca en una lectura frenética hacia un mundo de sombras, de delincuencia y miseria, que tiene también sus claroscuros. Son relatos salvajes, tan reales que se nos pondrá la piel de gallina con las descripciones del autor, que es un experto criminalista y conoce como nadie la negrura del alma humana.

Leeremos una antología de dieciocho narraciones criminales, que son los casos que más lo conmovieron a lo largo de su extensa carrera periodística. No sólo la prosa será exclusiva del autor; también habrá historias escritas de puño y letra por los propios protagonistas, victimarios de extrañas sociedades donde se los tolera y se los sufre por partes iguales. El hombre es el lobo del hombre, y esto seguirá siendo así por siempre, esto no hay quien lo dude.

La crónica negra no es para todos los estómagos, pero Carlos Quílez sabe darle un toque de "true crime" a su prosa, para volverla atractiva a todos los paladares. Es así que conoceremos a diversos criminales de la más baja calaña, estando la mayoría de los relatos ambientados en Cataluña, región a la que pertenece el autor y que, huelga decirlo, hoy en día es de las más peligrosas de España.

El crimen de la guardia urbana, del 2017, que generó el suficiente ruido como para ser adaptado a una serie de Netflix, es abordado con detalle en el libro. Conoceremos a dos psicópatas, también policías, Rosa Peral y Albert López, que tenían un triángulo amoroso con Pedro Rodríguez. Asesinaron a este último como una especie de venganza, y fueron condenados a veinte y veinticinco años de cárcel. Los detalles escabrosos, cómo y con qué elementos fue perpetrado el crimen, nos dejarán los pelos de punta.

El caso de Sandro Rosell es paradigmático. Fue presidente del club Barcelona, condenado injustamente por lavado de activos, hasta que luego de dos años se probó que era inocente. Conoceremos los tejemanejes judiciales que lo llevaron a perder literalmente dos años de su vida, y cómo muchas veces la "justicia" es todo lo contrario al significado de esta palabra.

También historias de vida muy duras, como la de Antonio Bernal Romeu, que tuvo una infancia muy difícil signada por la poliomielitis y que de mayor, perdido en la vida, se dedicó a violar, torturar y matar mujeres en los trenes de cercanías de Barcelona... Quílez no se corta en las descripciones, quiere que su prosa nos haga sentir los olores de los cadáveres y el tacto pegajoso de la sangre. Y creedme, es aterrador cuando lo logra y muy, muy preciso.

"Condenados relatos: Más mala vida" es el cuarto libro de este autor que de nuevo nos traerá a la memoria grandes crímenes y asesinatos perpetrados con total impunidad, más cerca o más lejos en tiempo, todos tuvieron sus minutos de fama en la sociedad española. Detrás de las cámaras, nuestro autor se mete en el barro y nos trae las palabras de los propios protagonistas, declaraciones exclusivas con datos nunca antes revelados. Crímenes y criminales célebres, este libro es una auténtica gozada.

Violeta Lila