Combate contra el mal

Opinión:

Estamos ante un libro testimonial sobre el exorcismo, que desea hacernos reflexionar de la existencia del bien y del mal. El padre Obispo Manuel Adolfo Acuña es un religioso argentino que pertenece a la Iglesia Carismática Luterana Independiente (una rama del cristianismo). Él ha llevado a cabo más de 1200 exorcismos en dieciocho años. Una obra donde la realidad supera la ficción en la que nos mostrará ejemplos de exorcismos y detalles de cómo se realizan.

Resulta extraño leer en el siglo en que estamos que Satanás sigue atormentando al hombre. Son los exorcistas sus mayores enemigos, pero, ¿qué es un exorcismo? Entre estas páginas lo vamos a saber al igual que el miedo que tienen las personas que pasan por ello, creyéndose estar locos. He leído en este ejemplar historias de auténtico terror, ni el cine ha recreado algo así. Temblaréis ante el relato de la chica que se arrastraba al igual que hace una serpiente por debajo de los bancos de una iglesia o de rituales extraños de campos bendecidos de hierbas que mataban a los animales. Yo ni creo ni dejo de creer, pero por Dios qué relatos. Nuestro narrador dice haber sido testigo de verdaderas aberraciones dentro de lo que son las manifestaciones de posesión de un cuerpo, ese dominio de lenguas muertas o extranjeras, un extraño vómito conocido con el nombre de baba del demonio, levitaciones...

Lo sé, son asuntos difíciles de creer incluso para los propios creyentes. Muchos lectores podrían explicarlo en los tratados de psiquiatría, pero el Obispo insiste en que son experiencias reales, aun sabiendo de la polémica que puedan causar sus palabras.

Aunque usa una voz amable, tranquila, su narración la sentiremos tenebrosa, oscura, porque ese mundo al que pertenece es escalofriante. Él tiene una fe profunda en la existencia del demonio cuyo fin, dice, es crear su antirreino. Vais a leer episodios sorprendentes y no todo de exorcismo, afirmando que a veces no son demonios los que atormentan, también hay espíritus. Personalmente el caso que más me impresionó fue el exorcismo de Laura. Una chica de tan solo veinticuatro años que según decía se sentía rodeada de unas fuerzas tenebrosas cuyas voces le obligaban a lastimarse. Seguiréis leyendo más hechos espeluznantes en los que Manuel lo que intenta decirnos es que el mal no es una idea, es una personalidad, un ángel caído.

Dejará unas notas agregadas al texto muy interesantes. No son pequeños resúmenes, están muy bien explicados, en ellos sabremos de: Azazel, Caín, Abel, magias, maleficios, la sangre en los pactos, juegos satánicos, curiosidades sobre el chamanismo o el alma de los animales...

Por si todo esto os pareciera poco, en la sección de apéndices leeremos una carta real que escribió una persona de la que se mantiene el anonimato en el año 2019 diciendo estar angustiada por un asunto de brujería y entidades.

No es un tratado teológico discursivo, no busca ser creído, simplemente cuenta lo que ha vivido en su piel de exorcista dejando al final un mensaje esperanzador de que, aunque el mal existe, se le puede combatir y mejor todavía, se le puede vencer.

La forma de narrarlo, me repito, es extraordinaria.

Lo recomiendo y le pongo buena puntuación.

Violeta Lila