Clandestinos

Opinión:

En el caos de su vida, a Gimi se le muere el padre, un reputado policía de su ciudad, y encima, violentamente. En otro punto del Mediterráneo, diversas pateras son derribadas de manera aún más violenta. Y esto es solo el principio.

Y no, no es en este año del Señor, sino un puñado de años más en el futuro. Como si fuera el colofón a un tema que nunca se ha solucionado, el de la inmigración ilegal y que parece no tener fin.

La muerte llega y las preguntas también… se destapa una red de corrupción y crímenes diversos que parece salida del cerebro más retorcido, donde nadie se escapa a su influjo.

Aquí Gimi, el hijo, ha de buscar un culpable, pero encuentra muchas otras cosas, incluso una conexión muy dolorosa sobre las muertes de las pateras. La inmigración ilegal es un negocio muy lucrativo para mucha gente.

Esta es una novela que se lee a buen ritmo, porque está muy bien estructurada, con capítulos cortos y, a la vez, subdivididos en diversos escenarios, lo que le da a la lectura aún mayor fluidez… tanto que parece que estás viendo una película de acción y todo. En este sentido, las acciones se van desarrollando de un modo tan vertiginoso que, si te distraes un poco, pierdes el hilo, así que hay que estar pendientes de la lectura y disfrutarla con todos los sentidos puestos en ella.

Aquí los personajes son el alma de la novela, hay mucho diálogo y eso hace que la lectura sea aún mucho veloz, porque quieres saber cada vez más y más. La trama se enreda y parece ser que formamos parte del propio equipo de detectives de Gimi. De hecho, una cosa muy interesante es esto de hacer de una especie de cuarta pared literaria, porque en muchos sentidos, los personajes se dirigen a nosotros, comunicándonos los sucesos ya en pasado, así también dan cuenta de sus sentimientos y de lo que significó estar inmersos en esta trama tan peligrosa.

De esta manera, la novela tiene un ritmo que se acompasa con las emociones, es una obra que te pone la piel de gallina a ratos y en otras te da mal de incertidumbre. Aunque a veces pareciera que los personajes son un poco clichés, nada es como lo pintan, tienen mucha personalidad y, sobre todo, se mueven con destreza en la trama dando este tempo tan vertiginoso. Es mas, el gran valor de este libro es que ha sido creado sin cables sueltos, ni dejando a algún personaje olvidado, todos tienen su lugar y su rol... esto es muy interesante, puesto que, aunque se trate de un futuro que no existe, el autor hace un esfuerzo de pulcritud en su obra, de dejarla perfectamente sincronizada y en marcha.

Y eso que no se tomó un tiempo para escribirla, sino largos años, para que todo fuera rodado. Y lo ha sido. Se lee de manera muy fluida y sin interrupciones de cambios de escenarios abruptos o entradas de personajes que luego no tienen una función. Es como un juego de estrategia, todo pensado y, a la vez, todo parece ir por su cuenta, según cómo va la investigación oficial de la policía y la no oficial de Gimi, el hijo que ha perdido a su padre y ha descubierto una urdimbre oscura donde nunca pensó que iba a hallarla.

Otro punto que hay que tomar en cuenta es la música, cada vez que el protagonista, el Gimi, coge la palabra relaciona todo con alguna canción, a veces un poco obsesivamente, misma que aparece luego en la compilación hecha ex profeso por Carmen Simón y que tienes, gracias a un código QR, al final del libro.

No es la primera vez que me aparece esta modernidad en un libro, considero que es un avance para quienes leemos, es un plus sobre todo para dar un poco de ambientación a la lectura y sumergirse aún más en ella. ¡Gracias!

Es una novela disfrutable de principio a fin, muy intensa e interesante por su trama. ¡Recomendadísima!

Carol Inabé Barba