Charlie's Good Tonight

Opinión:

Desde el primer contacto con las notas que nos introducen en esta biografía, he percibido la gran estima que todo el que se relacionaba con Charlie Watts le tenía. Y es que, la imagen que de él se nos perfila es la de un caballero que no se dejó influenciar por el éxito al ser el baterista del grupo de rock de mayor fama de todos los tiempos, que se comportó en todo momento como lo que era, un hombre tranquilo, amigo de quien quisiera serlo y, sobre todo, muy familiar.

A través de diferentes entradas, podemos conocer al hombre que estaba detrás de la estrella del rock, el que confesaba sin ningún tipo de problema que la música de los Rolling Stones no le gustaba; y es que para comprender esto hay que ir a la raíz y entender su gran afición al jazz y a todo tipo de géneros musicales, especialmente el blues y la música clásica, determinantes en la vida de Charlie Watts y, por qué no decirlo, el motor de la misma, pues como se puede comprobar a lo largo de estas páginas, todo en su vida se movía al ritmo que marcaban sus baquetas.

Uno de los datos más curiosos es la simpleza de su batería, tan solo compuesta de lo esencial y que a lo largo de su carrera jamás consintió en ampliar, ni para sus conciertos más tranquilos de jazz ni para las grandes actuaciones con numeroso público; su técnica y más adelante la tecnología hicieron posible su seña de identidad. También hay tiempo para acercarse a otra de sus facetas menos conocidas, la de diseñador gráfico, otra de sus pasiones con alguna que otra obra original como un libro homenaje a Charlie Parker, los diarios de dibujos que hacía durante las giras o las famosas felicitaciones navideñas para el grupo.

Aunque si por algo es conocido este dandy del rock es por la elegancia que siempre mostraba, siendo frecuentes sus escapadas tras los conciertos a las tiendas de moda mientras que los demás componentes del grupo descansaban o permanecían de fiesta. También por sus otras aficiones, que iban desde el mundo de las antigüedades al mundo de los caballos, de los que su mujer era una apasionada, su colección de baterías de músicos famosos o su increíble garaje donde acumulaba coches que no conducía por no tener permiso.

Una lista interminable de anécdotas, como la que cuenta la historia que comenzó en el año 1966 cuando les preguntaron si iba a ser su última gira, o sus recuerdos más personales y un buen álbum de fotografías, nos acercan a un personaje ingenioso en sus frases y al que sus amigos califican de "tío auténtico".

Como decía Mick Jagger durante los conciertos, "Charlie está bien esta noche".

Datos y más datos que nos hablan de amistad, pues si algo era Charlie Watts es que era un buen amigo, siempre preocupado por cómo le iba la vida a los demás, aquellos compañeros que tuvo por el camino y con los que siempre le gustaba volver, porque otra cosa que se percibe en estos textos, además de lo dicho en el relato, es que era un hombre que sentía añoranza cuando estaba fuera de su entorno; aunque como cuenta el autor, ya se encargaba su mujer de que volviera a irse de gira.

Una biografía que se os hará corta gracias a quienes mejor le conocieron, Paul Sexton y su nieta Charlotte Watts, y al tono amable y de complicidad con la que está documentada y escrita.

Porlomenix