Cementerio estelar

Opinión:

Tres relatos adaptados de las respectivas historias de Jack London, con la particularidad de que hace tiempo ya fueron dibujadas por Azpiri. En aquel entonces, Azpiri le pidió a Carlos Giménez un guion "como esos que haces para ti (…) por ejemplo, una adaptación de Jack London en plan ciencia ficción". Porque parte de la obra de Carlos Giménez ha sido de ciencia ficción y de ella, varias adaptaciones, entre ellas de Jack London. Sí, tal vez Carlos Giménez sea más conocido por Los Profesionales, Paracuellos, Dani Futuro... (al menos, los de una cierta generación lo conocemos sobre todo por esas obras); Dani Futuro es claramente CiFi pero, de entrada, era prácticamente lo único que conocía del autor en ese género: pero resulta que, o bien con guiones originales (ya fueran suyos o de algún guionista) o bien adaptando obras que podían o no (como es el caso) ser de ciencia ficción, el autor posee una abundante obra del género. Y uno de los autores que más adapta Giménez es a Jack London. Evidentemente, cambia los escenarios, de las tierras vírgenes del Yukón o la Polinesia, a distantes planetas poblados por androides, humanos y alienígenas; pero sigue siendo un ambiente hostil, donde el ser humano, protagonista (o al menos coprotagonista) de las historias entra en una espiral de locura que le lleva finalmente a ... evidentemente, no es spoiler, el título y la sinopsis nos dicen claramente: "Cementerio Estelar", situado en los confines de la Vía Láctea, un lugar transformado en interés turístico, donde los visitantes de diferentes razas y lugares del Universo arriban para conocer la historia de los olvidados, de los "jodidos pálidos".

Se adaptan tres historias, libremente: Lost Face (aquí llamada La Gran Medicina), Mauki (Ik-Kok) y The Red One (El Rojo). Además, se narra (que no se ilustra) una historia, es de suponer original, ya que no hay referencias de adaptación, del payaso Pottoff, el único enterrado con los pies apuntando a su mundo de origen, la Tierra. Y, ¿quién "narra" esa y las anteriores historias?; pues para darle una continuidad al volumen, Giménez crea el robot Don Goyo, guardián del Cementerio Olvidado, narrador de las historias que le contó su maestro, el sabio doctor Zenaidón.

Así, tanto la introducción general en la que nos explica el porqué de dicho cementerio y de los que allí yacen enterrados, como en cada una de las tres (cuatro, contando la simplemente narrada) es introducida por dicho robot, contada por él a los visitantes, turistas, de este particular cementerio.

La (intra)historia de este volumen, como cuenta el autor en la introducción, es que acababa de dibujar el volumen 9 de Paracuellos y quería dibujar por dibujar, dibujos sueltos, ilustraciones grandes y elaboradas. También el dibujar figuras enteras, en movimiento. Recordó el guion que tiempo atrás hizo a petición de Azpiri y, por diversión, se puso a dibujar una de las historias, sin ninguna pretensión. Acabó por dibujarlas todas y le pidió a su colaborador habitual, Carlos Vila, que lo colorease. Dicha introducción está realizada antes de que lo viera el editor, en Mayo de 2021; evidentemente, el editor dio su visto bueno y por eso tenemos este tomo entre nuestras manos, para disfrutar de nuevo con el arte de Carlos Giménez, y sus adaptaciones de algunas de las obras de Jack London.

No creo equivocarme si pienso que la mayoría de los que están leyendo esto conocen el arte de Giménez, como mínimo alguna muestra han visto (incluso aquí ya reseñamos "Mientras el mundo agoniza"), por lo que creo superfluo el detenerme a hablar de dicho arte. Baste decir que la acción, el movimiento, le viene muy bien a la obra de Carlos Giménez que, a su vez, no escatima en violencia explícita (es de suponer que siguiendo la obra de London); en cuanto al color, del que he leído en alguna reseña que no pega con el tipo de narrativa, para mí, unifica adecuadamente el de la obra conocida de Giménez, sin que me atreva a decir que desentona con el contenido.

Una obra a disfrutar, tanto por los seguidores de Carlos Giménez, como por los de Jack London, así como por los de la ciencia ficción y del cómic en general, y del patrio en particular.

PD: una bonita y cuidada edición de Reservoir Books con el lomo en tela rojiza.

J. Javier Arnau