Caballo negro carbón

Opinión:

Robert Olmstead cuenta una historia espantosa con una resistencia poco común. Desde el punto de vista de un adolescente, se nos ofrece un recorrido íntimo por la Guerra Civil de los Estados Unidos y, a pesar de la exposición a temas adultos de racismo, muerte y opresión, la historia nos transmite cierta inocencia apoyándose en una prosa tensa muy refinada con una exuberante construcción aportando singularidad y un toque poético a la literatura sobre la Guerra Civil de ese país.

Su escritura lírica nos llevará a sentir la desesperanza de quienes lo han perdido todo, pero también la fuerza de la vida, personificada en ese caballo negro casi como el carbón. En las palabras de nuestro autor sentiremos todo lo humano. Una historia de dimensiones épicas.

Cuando Robey  termine vagando por una ciudad apenas comenzada su búsqueda, el viejo Morphew le ofrecerá comida y un magnífico caballo negro. Ese animal hace empequeñecer a cualquier hombre y él debe domarlo. El tiempo apremia, deberá aprender rápido, caer y levantarse, dejar su orgullo de lado.

Una novela elegante repleta de tensión, acompañada de momentos en los que desearías cerrar el libro y dejar de sufrir por el muchacho. El protagonismo lo compartirán Robey y el caballo, ambos se llevan su parte de héroes en esta historia de crímenes de guerra y otros asesinatos. La narración se refiere básicamente a los días posteriores a la batalla de Gettysburg.

No es la historia de ningún chico que sueña en ser un héroe, él marcha al pedírselo su madre. Como reseñadora he de decir que no he leído muchas historias cuya base es la guerra de Secesión americana, pero este libro lo encontré increíble por sus fantásticas descripciones y los hechos que ocurren. Una trama que avanza con rapidez pudiendo llegar a sentir cómo ese joven se hace hombre al vivir escenas y recuerdos que lo marcarán para siempre. Porque la violencia es un ser vivo que lo infecta todo, seca el alma, atenúa la luz y se cuela en los sueños.

Nuestro autor asombrará con los detalles en el campo de batalla cuando termine el enfrentamiento. Es una grata novedad leer lo que son las secuelas después de la terrible lucha. Carroñeros cortando dedos a soldados muertos en busca de anillos o arrancando dientes de oro. Aunque también quedarán momentos para las buenas personas, esa mujer embarazada que, con sus pocas fuerzas, da sepultura a los soldados. Olmstead nos dejó unos magníficos personajes principales y secundarios, tan perfectos que logras ver en su interior la pureza o la maldad.

Una novela cuyo poder reside en sus palabras, en la fuerza en que se narró.

Hermosa y cautivadora. Doscientas páginas que se leen en un suspiro. Puedo y digo, que se suma a lo mejor que he leído en este principio de año.

Violeta Lila