EL SEXO SEGÚN USA
Las universidades norteamericanas, que se dedican a todo lo
imaginable, y aun inimaginable, tienen la propensión revolucionaria
de trasgredir haciendo estudios y encuestas sobre hábitos sexuales
de los ciudadanos porque, se supone, así se sacuden la caspa
puritana y se hacen los modernos.
El caso es que en estos días, como cuenta Caterina Donay, han
dado a conocer dos estudios diferentes. En uno de ellos se concluye
que el 79% de las mujeres prefieren practicar sexo en la noche, al
acostarse, mientras el 68% de los hombres son partidarios del
amanecer, al levantarse. ¡Qué pereza, por Dios! Y lo argumentan
diciendo que "la testosterona alcanza su pico de concentración en
sangre precisamente por la mañana". Las mujeres, dicen, lo
prefieren cuando se acaba el intenso
día de trabajo, niños, estrés y agobios domésticos. ¿Y de la
siesta, qué? Soy un incomprendido.
Otro estudio, de la
Universidad de California, ha relacionado el ciclo menstrual con el
tipo de hombre que buscan las mujeres para su desfogue voluptuoso,
de tal modo que durante la ovulación prefieren los morenazos,
cachas, brutotes y así, mientras el resto del mes tienden a
estereotipos que asocian a la vida estable, de pareja. Vamos,
sensibles, majos, decididos al compromiso, etc. Así lo asegura la
psicóloga Martie Haselton en su estudio, y lo único que le ha
faltado decir es que el sexo es cosa de canallas y el amor de
calzonazos. Asegura basarse en la teoría de la evolución, porque
las mujeres buscan los mejores genes para su misión reproductiva.
¡Qué cosas!
O sea que en la Universidad de
California también hay horteras y las encuestas en USA se aprueban
con nota si se da rienda suelta a modelos sociales que parecen
previos a la invención de la imprenta.
Angelitos…
Texto y foto: Antonio
Gómez Rufo