Belleza negra

Opinión:

Ahora que empieza a existir una verdadera conciencia de los derechos de los animales, esta obra ofrece además de un evidente interés literario, la fortuna de su mirada anticipatoria.

Probablemente esta sea la primera obra, hablamos nada menos que de 1877, en la que se "humaniza" a los animales, concretamente a los caballos y denunciara la crueldad de trato, expresiva de una consideración de los animales como esclavos al servicio de amos sin sensibilidad ni respeto a esa forma de vida.

Y esa visión inédita acompañada de su destreza narrativa hizo de esta obra un clásico que ha sobrevivido generación tras generación, habitando en la vida de lectores de todas las edades y épocas.

Se estima que se han publicado de este libro más de 50 millones de copias, lo que refleja perfectamente el valor y vigencia de una obra que, por paradojas del destino, hoy parece cobrar una especial actualidad.

Una obra típicamente victoriana de factura canónica, que atrapa al lector en un sufrimiento empático sólo moderado por una calidad narrativa que permite convencerse, aún más si cabe, de la justicia y urgencia de la defensa de un trato justo de los animales.

Con la originalidad de estar narrado como una autobiografía de la propia protagonista, una yegua que relata en primera persona su intensa vida jalonada de situaciones, amos, doma, castigos, y vicisitudes diversas, que despertaran en el lector una simpatía infinita por esta Belleza Negra que nos regala Anna Sewell.

En una edición que incluye una espléndida introducción que nos ayuda a conocer la autora, la época en la que se escribió la obra, y especialmente el interés de un tema inédito para su tiempo y en estos días tan actual como es el maltrato animal. Un libro para lectores concienciados, para lectores amantes de la literatura victoriana, para los amantes del mundo del caballo, para nuevos lectores predispuestos a la buena literatura, en suma, una obra tan clásica como vigente, tan interesante como oportuna, tan humana como dotada de un infinito amor por animales y sus derechos fundamentales.

Jorge Riet