Béla Bartók contra el Tercer Reich

Título: Béla Bartók contra el Tercer Reich
Título Original: (Béla Bartók mot tredje riket, 2007)
Autor: Kjell Espmark
Editorial:
Bassarai
Colección: Narrativa
Copyright:
© Kjell Espmark
© Bassarai, 2007
Traducción: Francisco J. RuizEdición: 1ª Edición, Junio 2007
ISBN: 9788496636101
Tapa: Blanda
Etiquetas: biografía novelada Tercer Reich nazis nazismo nacionalsocialismo exilio músicos
Nº de páginas: 120
Argumento:
Sentado a la mesa de un restaurante, el compositor Béla Bartók
advierte de súbito la llegada de un coche del ejército alemán. Sabe
que está en punto de mira porque ha desafiado al Tercer Reich con
su declaración de apoyo a los judíos. Son los nazis y vienen a
buscarlo.
En "Béla Bartók contra el Tercer Reich", el veterano
escritor sueco Kjell Espmark escoge un momento crucial de la vida
como pretexto para dibujar el retrato público y privado del gran
compositor húngaro. Su infancia, los esfuerzos de su madre, su
hipersensibilidad, el amor, el deslumbramiento del folclore o las
dudas del artista desfilan por su mente en este novela a veces
policíaca y en ocasiones psicológica donde, con el trasfondo de un
continente en guerra, el arte se enfrenta contra la barbarie en
medio de la estrechez cotidiana.
Con su estilo elegante y un experto juego de voces, Espmark pulsa
las cuerdas del drama y la parodia para trasladarnos con todo su
humanismo al epicentro del convulso siglo XX. Fascismo y libertad.
Arte y uniformes. La integridad del ser humano al límite de lo
razonable.
(argumento editorial)
Opinión:
Cualquiera que sepa algo de Béla Bartók sabrá que en su día fue
un compositor cuya pasión era la de explorar en el folclore de su
Hungría natal (e incluso más allá) para transmitir a través de sus
sonidos naturales una música propia. Yo, que no sabía nada de su
música, he decidido escuchar algunos trocitos de música que se
pueden localizar en internet, pero son demasiado breves para
conocerle, sin embargo Bartók no fue sólo conocido por ser uno de
los fundadores de la etnomusicología… Cuando Hitler alcanzó el
poder y comenzó a extenderse, Bartók vio en él a la Bestia en su
Reino, o así es como el escritor sueco Kjell Espmark habla por
él.
"Béla Bartók contra el Tercer Reich" es una forma de darle
palabras al músico cuyo finísimo oído podía gastarle las bromas más
pesadas o escuchar lo que era mejor que se mantuviera alejado.
Desconozco hasta qué punto Espmark conoce a Bartók, pero es curioso
que mediante él llegamos a visualizar distintas etapas de su vida,
seguramente las más importantes en su vida, ocupando 120 páginas
pero en, apenas, un rato de su vida: aquel en el que estando
sentado con su segunda esposa, Ditta, reconoce a unos agentes nazis
observarle.
Bartók estaba en contra del régimen, y aunque no era judío prefirió
ponerse de parte de ellos. Aquello le ocasionó casi una marcha
forzosa del país, y se sabe que nunca llegó a adaptarse en su nuevo
hogar. Incluso detalles como estos, Espmark los relata en
pensamientos ficticios del húngaro, mostrando una preocupación
futura porque se conoce lo suficiente como para saber que él no
podrá soportarlo igual que otros.
Tengo la impresión de que el trabajo del traductor no ha debido ser
fácil. Kjell Espmark tiene un estilo propio, sugerente y elegante,
pero también a veces debió utilizar palabras difícilmente
traducibles cuando Francisco J. Ruiz escribe en ocasiones palabras
como "puntero" (refiriéndose a que está en lo más alto, una palabra
que no creo que corresponda a los años en que se produce la
invasión nazi por Europa), "choque" o "raspado" (refiriéndose a
cómo se siente Bartók) o por poner un ejemplo más complicado, las
palabras "raspar su vida futura". Estas son, quizás, las únicas
cosas que me han chocado realmente de la biografía novelada y en
parte ficticia del músico.
Pero debo reconocer que es impresionante, porque de igual modo
juega con otras palabras como la sal y las fotos. La forma en que
utiliza la simbología de la sal refiriéndose a Cártago (cuando
una serie guerras, los romanos derrotaron definitivamente a Cártago
echaron sal en la tierra para que nunca pudiese volver a crecer
nada en ese país) aplicándola a su propia vida es
acertadísima. La sal sobre las fotos, rozar la sal con ellas y
perder algo de su futuro. Poesía con sabor amargo.
Y del mismo modo Espmark pone en los pensamientos de Bartók la
sensación de violación que siente al darse cuenta de que con la
intromisión de las SS, al saberlo todo de él, están privándole de
su pasado, mancillándolo. Y si bien le duele que algunos recuerdos
sean manchados, le resulta insoportable que el de su madre si
quiera se toque o se imagine. Aquí es donde conocemos lo importante
que fue su madre para él, y mediante el juego de la violación y la
mancillación, Espmark le da un toque genial a los pensamientos de
Bartók, a su pasado.
Dos detalles más me gustaría resaltar de este libro que me han
llamado la atención y me han gustado mucho.
Por un lado la música como arma de guerra, quizás la forma en que
el propio Béla Bartók imaginaba que luchaba contra el régimen
nazi.
Por otro, quizás mi favorito por lo que tiene de curioso, el hecho
de que su finísimo oído -siempre en palabras de Kjell Espmark- le
hiciera escuchar hasta el sufrimiento de los que estaban siendo
atacados, e incluso el de los muertos lamentándose y cantando en su
marcha al más allá.
Pero no sólo de pensamientos, elucubraciones y quizás imaginación
se nutre el libro. Hay momentos en que se repasan escenas que
Bartók vivió en su pasado, como cuando se niega a que un médico
nazi experimente con él con un nuevo "preparado" (podríamos
llamarlo medicamento si no supiéramos qué hacían los nazis con
aquellos que no comulgaban con ellos), o como cuando se siente
incomprendido por Stravinsky, o como cuando su primera esposa le
libera para que se case con la joven de la que se ha enamorado, o
como cuando la editorial es ocupada por los nazis y en el nuevo
formulario incluye la pregunta de si es ario, o sobre su pesadilla
con Goebbels…
Bartók envió su equipaje antes de salir de Europa, en él iba toda
su vida, toda su obra, y al otro lado esperaría su hijo Péter.
Cuando sale a relucir este tema se nota más su temor y su
precupación por Ditta, su esposa. Estamos ante un hecho que si bien
pudo imaginar el escritor, lo cierto es que posiblemente pasó por
la cabeza del compositor.
Otro momento importante, y con éste finalizo, pertenece a su huída:
el intento de pasar por la frontera de Francia a España cuando,
desde Madrid, se habían cambiado las órdenes y aquel que no tuviera
papeles en regla, se quedaba fuera… Aquí, no sé si Espmark con su
imaginación o Bartók porque algún día pudo contarlo, podemos leer
una simple frase capaz de describir un mundo en guerra, un mundo de
supervivencia y lucha y una petición para que no se borre la
memoria, ni siquiera con sal: "Cada línea que logramos publicar hoy es
una victoria que hemos arrancado a los poderes de las
tinieblas".
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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