Bajo la puerta de los susurros

Título: Bajo la puerta de los susurros
Título Original: (Under the Whispering Door, 2021)
Autor: T. J. Klune
Editorial:
Crossbooks
Colección: Ficción
Copyright:
© del texto: Travis Klune, 2021
© de la traducción: Carlos Abreu Fetter, 2023
© de la imgagen de cubierta: Red Nose Studio
© Editorial Planeta, S.A., 2023
Traducción: Carlos Abreu FetterIlustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Mayo 2023
ISBN: 9788408268468
Tapa: Dura
Etiquetas: amor crossover muerte más allá espiritualidad fábula fantasía género fantástico narrativa libros ilustrados literatura estadounidense novela realismo mágico relaciones personales viajes 17 años 18 años 15 años 14 años 16 años Caronte La Parca homosexualidad emociones LGTB destino madurez sentimientos novela psicológica identidad transición
Nº de páginas: 489
Argumento:
Bienvenido a El Cruce de Caronte; el té está caliente, los bollos recién hechos y los muertos de paso.
Cuando Wallace Price se ve asistiendo a su propio funeral, descubre que está muerto. Pero Wallace no está preparado para abandonar este mundo que apenas ha sabido disfrutar en vida. De modo que, cuando le conceden una semana para dar el salto al Más Allá, decide vivir plenamente esos siete días que le quedan. Comenzará entonces un extraordinario viaje en el que, con la ayuda de Hugo, dueño de una pintoresca tetería escondida entre las montañas y el barquero que ayuda a las almas a cruzar "al otro lado", aprenderá a disfrutar de la belleza de los detalles y podrá compensar todo aquello que se perdió.
Conmovedora e hilarante a partes iguales, "Bajo la puerta de los susurros" es una historia sobre cómo exprimir la vida con la calidez, la chispa, y la extraordinaria empatía características de TJ Klune.
Opinión:
Creo que es de las pocas veces que no estoy de acuerdo en cómo se describe esta historia en la contraportada del libro en papel (escrita palabra por palabra arriba en Argumento). Cuando leí esas breves líneas, hasta tuve que hacerlo dos veces y aun así, me pareció una trama algo "raruna": un hombre que acaba de morir, Caronte (el barquero griego que transportaba las almas al Hades a través de los ríos Estigia y Aqueronte que separaban el mundo de los vivos del de los muertos), el infra mundo, cómo exprimir la vida, conmovedora, hilarante, etc., un batiburrillo de ideas que no sabía muy bien si iba a encontrar una historia con sentido. Un "resumen" que está muy lejos de hacer justicia ante lo que nos vamos a encontrar.
A todo aquel que tenga la oportunidad de que le llegue este libro a sus manos, bien que lo vea en un expositor de una librería, biblioteca, club de lectura, etc., le animo encarecidamente a leerlo. Crossbook es una editorial especializada en libros juveniles. Nada más lejos de la realidad; hasta me atrevo a decir que no es una historia para jóvenes a no ser que tengan un nivel de madurez muy alto o hayan pasado por la traumática experiencia de haber perdido a un familiar muy allegado. Lo que se va a leer requiere de una madurez significativa en tanto en cuanto trata sobre uno de los temas de los que más nos cuesta hablar y aceptar por mucho que nos digan que forma parte de la vida: la muerte. Personalmente, también me cuesta, aunque quizá, tras esta lectura, puede que llegue a reconciliarme con ella, eso sí, mínimamente, que tampoco es plan de recibirla con los brazos abiertos, que ya tendremos tiempo…
Wallace Price, nuestro protagonista, ronda los 40 años, divorciado, socio de un bufete de abogados, frío, calculador, poco empático con sus empleados, quien opinaba que "más valía sembrar el miedo desde un primer momento que afrontar la incompetencia más adelante". Su prenda habitual: un traje, porque "el propósito de un buen traje es demostrar poder". Decía no tener tiempo para la amistad, ni la necesitaba. Se considera un hombre de éxito, inteligente, trabajador hasta la obsesión, con responsabilidades "sumamente" importantes que no podía desatender, vamos, que poco malo podría decir alguien de él. Muere dos días después de que nosotros le conozcamos.
En similitud con el clásico "Cuento de Navidad" de Dickens, el propio Wallace se descubre disociado de su cuerpo asistiendo a su propio funeral, el cual, si por algo se caracteriza, es por las escasas palabras cariñosas de recuerdo que le proferían los escasos asistentes. Sin entender qué hacía "soñando" su entierro, parece despertarse y volver a la normalidad cuando se ve junto a Mei, una "segadora" que reclama su atención. Sin embargo, ¿quién es Mei?, ¿qué es una segadora? y ¿por qué seguía viendo su cuerpo inerte dentro de un ataúd? Parece ser que no es posible ver tu propio rostro con claridad en un sueño. Cuando seamos capaces de verlo…
Pues no era difícil de explicar, aunque sí de entender y de aceptar el no va más: Wallace muerto, y Mei la encargada de ayudarle a llevar a cabo "la transición" de la forma más suave posible y dejarle en manos de "el barquero" Hugo, quién le llevaría a cruzar a su siguiente destino; ¿qué transición?, ¿qué destino? Así comienza el viaje de Wallace por ¿el inframundo? Wallace, ese hombre frío y calculador, recordará e incluso se teletransportará a episodios de su vida terrenal, de su infancia, muy a destacar ese episodio cuando siendo él pequeño sus padres le cuentan que su abuelo ha fallecido, y en ese momento él decide que "no permitiría que eso le pasara a él"…; sus padres, su madre, su matrimonio, aunque su mayor preocupación durante mucho tiempo será todo el trabajo pendiente que ha dejado por hacer en su vida de carne y hueso, no su familia, sus amigos y demás "chorradas". Pero habrá más cosas; habrá aromas que se había perdido como los propios de un hogar; habrá de nuevo emociones, la mayor, la culpa y la tristeza por todo lo que había tenido y había dejado perder. ¿Ya nada podía hacer para cambiarlo? Wallace ya había vivido su vida: "hiciste lo que hiciste y ya se ha acabado", una frase que puede poner los pelos de punta… pues todo lo que queda por hacer… ya nunca…. A lo mejor, en vez de ver una película rápida de nuestra vida cuando estamos a punto de morir como se dice, vemos lo que nos hemos perdido.
A lo largo del camino no estará solo, estará acompañado de Mei, de Hugo el barquero, y otros peculiares personajes que le serán como una guía espiritual que le irán soltando un compendio de enseñanzas para continuar en ¿la vida? Pues sí, en la vida, porque ahora la vida de Wallace es El Cruce de Caronte, una estación de paso en forma de un salón de té, y sus extraños habitantes. Ese será su lugar en el universo ahora. Pero ¿por qué Wallace está solo en ese sitio con la cantidad de personas que mueren cada día?, ¿dónde están los demás? A lo mejor ese camino algunos lo hacen solos y otros necesitan alguien que les guíe. Algunos tras la muerte quedan hundidos, otros se llenan de ira, y algunos se obsesionan. La experiencia no es igual para todos. La mayoría de la gente no quiere estar muerto, incluso creen que no hay esperanza y ahí se acaba todo, pero aprenden a aceptarlo. Quizá nosotros también necesitemos de alguien que nos coja de la mano, y nos ayude en esa transición a volver a encontrar nuestro camino a "la vida".
Quizá al morir estemos abandonando una vida y en este segundo viaje nos toque prepararnos para otra. Este camino de transición de El Cruce de Caronte puede que lo tengamos que hacer todos; puede que sea un alto en el camino, una parada en un viaje mucho más largo porque tampoco podremos quedarnos ahí para siempre, hasta llegar a "la puerta de los susurros", una preciosa puerta con flores talladas en madera y, tras ella, susurros coreando nuestro nombre, cruzarla, aunque no saber qué hay detrás nos de miedo, y allí de nuevo el sol, la paz y borrar el dolor de toda una vida mortal. Una puerta que aguarda a todos, sin discriminación, hasta que cada uno de nosotros encontremos el camino que nos conduce a una nueva aventura. Yo estoy segura de que, cuando ocurra, aquellos a los que quisimos y se adelantaron en el camino, nos estarán esperando, coreando nuestro nombre. ¿Qué son unos años frente a toda la eternidad?
Quizá la muerte no es un final, no es algo que debamos temer, sino un estado que nos prepara para un nuevo comienzo; un viaje muy distinto a todos los que hayamos realizado, y puede que tenga más cosas buenas de las que creemos. La vida y la muerte, un ciclo interminable y eterno. "Existe un orden de las cosas, un proceso por el que todos debemos pasar". No podemos evitar la muerte; desde el momento de nacer, ya empezamos a morir. Cada paso que damos nos acerca un poco más. Pero, quizá, cuando morimos la vida sigue, seguimos siendo real, seguimos existiendo.
Una fábula, un cuento mágico, una historia de amor y esperanza con un inesperado final, una fantasía de la vida con ¿muertos?, médiums, barqueros, gerentes, personajes peculiares entre la vida y el más allá; aventuras en clave de humor que siguen la estela del libro anterior del autor, "La casa bajo el mar más azul", que pretenden remover al lector. Puede que nuestras esperanzas cambien bajo el escenario de un salón de té situado "Bajo la puerta de los susurros", esa que todos cruzaremos, llamados por la canción más hermosa que hayamos oído jamás, la de los nuestros, para irnos… a casa.
**Dejo a la fe de cada uno el entender que existe algo más allá de lo que estamos conociendo. La vida sigue, siempre adelante, según el orden establecido. A veces el final no es más que un principio.
Volveremos a vernos, en casa. "El cielo es ese campo en el que brillan más estrellas de las que habías visto jamás".
Belén Flores
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com